El mundo de cine se vestía de luto el pasado lunes 6 de septiembre por la muerte a los 88 años de Jean-Paul Belmondo, uno de los rostros más icónicos y carismáticos del séptimo arte francés de todos los tiempos. Tres días después de la pérdida, las calles de París han dado su último adiós al actor en un homenaje al que han acudido sus hijos, nietos y numerosos rostros conocidos de la gran pantalla.
Marion Cotillard, una de las actrices francesas más internacionales, ha acudido a esta ceremonia que empezó a las cuatro y media de la tarde en el patio de los Inválidos, donde cerca de 1.000 personas acudieron como público para rendir homenaje a este intérprete que fue nominado en 1963 y 1967 a un premio BAFTA y que además tiene en su poder una Palma de Oro honorífica de Cannes, que le otorgaron en 2011, y el León de Oro a su carrera del Festival de Venecia 2016.
Otros de los intérpretes que ha ido a despedir a Jean-Paul Belmondo ha sido Guillaume Canet, marido de la actriz Marion Cotillard, con la que tiene dos hijos en común. Y aunque la pareja ha entrado a la ceremonia por separado, lo cierto es que durante el último adiós se han mostrado unidos y emocionados.
Los seguidores y fans de El hombre de Río habían empezado a llegar desde primera hora de la mañana, donde los recibió una gigantesca fotografía del actor, sonriente como siempre. Entre los asistentes, también estaban el DJ Bob Sinclair y el periodista Michel Drucker, que sí pudieron estar presentes en la ceremonia y no tuvieron que seguirla desde las pantallas gigantes instaladas en los alrededores del histórico recinto militar donde también están los restos de Napoleón Bonaparte.
Otro de los artistas que no han querido perderse el homenaje al intérprete francés es Jean Dujardin (ganador del Oscar al mejor actor por The artist en 2011). "Será seguramente solemne porque así debe ser. Pero al mismo tiempo tenemos que aplaudir muy fuerte", dijo nada más enterarse de la celebración del homenaje. Además, el actor no ha dudado en utilizar sus redes sociales para despedirse de su compañero de profesión: "Te extrañaré... te extrañaremos mucho", ha relatado, añadiendo que sus dos películas preferidas son El magnífico y Del amor y de la infidelidad.
El mismo día que se dio a conocer el fallecimiento del actor, Emmanuel Macron expresó lo que significaba la pérdida para la cultura francesa. "Queríamos a Jean-Paul Belmondo porque se nos parecía. Lo admirábamos, nos hacía reír. Belmondo era un poco nosotros, pero en mejor. Era un tesoro nacional, un héroe sublime y figura familiar, un temerario incansable y mago de la palabra", dijo. El presidente, además, ha querido añadir durante la despedida que con él se va una parte de la vida de todos los franceses.
En el solemne homenaje, también han participado deportistas, músicos y sobre todo políticos: además de los miembros del gabinete de Macron, desde el primer ministro, Jean Castex, a la ministra de Cultura, Rosselyne Bachelot, asistieron el expresidente socialista François Hollande con su pareja, la actriz Julie Gayet, el exministro de Cultura Jack Lang o el antiguo primer ministro Jean-Pierre Raffarin.
Tras un minuto de silencio y la entonación de La Marsellesa, el himno nacional, el féretro del actor, cubierto con una gran bandera francesa, ha sido sacado a hombros de la Guardia Republicana. El próximo viernes por la mañana tendrá lugar el funeral en la iglesia de Saint-Germain-des-Prés en la intimidad de su familia, según los deseos de su hijo, Paul Belmondo.