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Tamara Falcó ha sido siempre el centro de todas las miradas generando curiosidad, fascinación, gran interés mediático..., sin embargo, muy pocos la conocen realmente. Gracias al documental Tamara, producido por ¡HOLA! y que ya está disponible en Amazon Prime Video, podremos descubrir cuáles son los mejores recuerdos que atesora y las anécdotas más divertidas contadas por ella misma, además de algunos detalles de su infancia, su buena relación con Julio Iglesias, la tristeza por la muerte de su padre o lo enamorada que está de Íñigo Onieva. Con la marquesa de Griñón entramos en la casa en la que pasó los primeros años de su vida junto a sus hermanos mayores, además de visitar el domicilio de su madre en Puerta de Hierro, donde nos recibe una Isabel Preysler feliz y orgullosa de los logros de su hija.
"Tamara desde pequeñita era una niña llena de vitalidad", asegura Isabel, que recuerda que "se ganaba el cariño de todos y era muy divertida". Según su madre, la marquesa de Griñón "es la alegría de la casa" y, entre sus cualidades, destaca su naturalidad y su espontaneidad. "Lo mejor de Tamara es que es buena persona. No sé qué haría sin Tamara...", asegura ante nuestras cámaras.
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Durante 70 minutos, la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó hace un repaso por los aspectos más desconocidos de su vida y comparte con nosotros algunos de los momentos más significativos y especiales. Todo ello, contando con la participación de familiares y amigos, como su primo Álvaro Castillejo o sus amigas íntimas Graciela y Lucía Domínguez; además de Belén Junco, directora adjunta de ¡HOLA! y directora de FASHION; Roseta del Valle, subdirectora de ¡HOLA!; Paloma García-Pelayo, escritora y periodista; Juan Avellaneda, diseñador y amigo de Tamara; o Belén Lacalle, experta en comunicación y amiga de Tamara.
Además, vemos a Tamara emocionarse varias veces, entre ellas al recordar a su padre, fallecido en marzo de 2020 víctima del coronavirus. Carlos Falcó y su hija, a la que legó el marquesado de Griñón, estaban muy unidos, y la diseñadora asegura, sin poder contener las lágrimas, que echa de menos "todo" de él. "Son de esas personas que se van de tu vida y son irreemplazables", afirma.
Al hablar de su extensa familia, Tamara incluso nos hace un árbol genealógico para explicar los matrimonios de sus padres y desvela con qué hermano se llevaba mejor de pequeña. "Más feeling con mi hermano Julio", cuenta tras explicar que Enrique la hacía rabiar muchísimo. "Me llamaba Maruca y yo me ponía histérica, me parecía horrible. Me recordaba a cucaracha", relata a modo de anécdota.
También la acompañamos a visitar la madrileña Iglesia de San Antón y al padre Ángel, de Mensajeros por la Paz. Ambos conversan sobre la profunda espiritualidad de Tamara y su 'conversión' de hace unos años. De hecho, ella misma confiesa que estuvo a punto de tomar los hábitos y explica las razones por las que finalmente no lo hizo: "Yo me empecé a sentir tan bien que empecé a plantearme mi vocación (...) Y yo entraba en los conventos y hablaba con las monjas y las sentía como hermanas pero no sentía que era mi sitio… Y luego mi tío Miguel cayó enfermo y por otra serie de circunstancias por las que no podía entrar no era el momento adecuado…".
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En el documental, Tamara nos habla del gran momento que está viviendo en la actualidad. Triunfadora en televisión y afortunada en el amor, la joven madrileña confiesa estar volcada en sus estudios de cocina y muy enamorada de Íñigo Onieva, su actual pareja. "La verdad es que se lo tomó muy bien desde el principio, de hecho, me preguntaban amigas de mi madre y me escribían y me decían: 'Este también se te va a ir.' Pero esperemos que no", reconoce. Al preguntarle qué es lo que más le gusta de su novio, ella lo tiene claro: "Su personalidad, es que es siempre superpositivo. Tiene una energía... es alucinante".
