Mireia Montávez, la que fuera concursante de la primera edición de Operación Triunfo , ocupó decenas de titulares el pasado mes de marzo cuando denunció públicamente los malos tratos que había sufrido durante trece años presuntamente por parte de su marido. En una entrevista para la revista Semana, la cantante confesó el calvario que había vivido junto a él y cómo la situación provocó que se aislara y que perdiera la ilusión por todo. El conflicto con su expareja no ha terminado todavía, pero Mireia está comenzando a recuperar muchas de las cosas que había dejado de lado. Así, se ha dejado ver durante el estreno de la nueva serie de SuperThings en Madrid y lo ha hecho acompañada de sus hijos, Adrián y Yerai, de dieciséis y quince años, y con una amplia sonrisa en su rostro.
- Mireia, causa extrañeza verte en un evento, eres muy poco asidua a ellos.
- (Ríe) Sí, pero me encanta todo lo relacionado con niños y me ha encantado venir con mis chicos. También que vuelva un poco todo a la normalidad.
- También te acompaña tu pareja.
- Sí, se llama Dani y tiene treinta años. Llevamos cuatro o cinco meses juntos. Nos conocimos en la empresa en la que estoy trabajando, en diciembre.
- ¿A qué te dedicas ahora?
- Estoy en una empresa de limpieza. Trabajo por las mañanas y espero volver prontito a la música.
- ¿Tienes algún proyecto a la vista?
- Sí, estoy grabando un nuevo disco. Es un homenaje a mis comienzos y a mi madre, que falleció hace dieciséis años. Yo empecé en la música por ella, que cantaba. Tenía muchas ganas de dedicarle un proyecto y será un estilo de música que no se está haciendo ahora en España.
- ¿Qué estilo?
- Está bastante mezclado, pero es un disco de versiones y de canciones antiguas.
- Vaya forma de reinventarte y, precisamente, en el año en el que se cumplen veinte años de tu participación en Operación Triunfo. ¿Qué recuerdas de ese paso?
- Lo recuerdo con mucho cariño. Por desgracia, vamos a tener un concierto en homenaje a Álex (Casademunt) y vamos a estar ahí unos cuantos. Todo lo que yo pueda ver a quienes fueron mis compañeros y todo lo que me junte con ellos me parece maravilloso. Nos unió una experiencia que no vamos a olvidar nunca y no da la sensación de que hayan pasado veinte años.
- Desde luego, no se nota el paso del tiempo en ti.
- Bueno, tengo treinta y nueve años.
- ¿Te arrepientes de haber participado en Operación Triunfo? Algunos de tus compañeros ya han hablado de su experiencias y no todos estaban preparados.
- ¡Sí, fue muy heavy!
- ¿Necesitaste ayuda terapéutica?
- Todos la hemos necesitado y hemos hablado de ello. Es un cambio muy fuerte y muy impresionante en tu vida. Yo trabajaba de peluquera y estaba estudiando cuando me presenté a Operación Triunfo. Me acaba de sacar el carnet y quería incluso estudiar Periodismo. Quién me iba a decir a mí que, al final, yo era quien iba a estar delante de los micros. Es una locura lo que te cambia la vida.
- Fue todo muy frenético.
- Fueron muchos viajes y mucho tiempo fuera de casa sola y sin ver a mi familia. Como decía Rosa, te sientes sola en un sitio que está lleno de gente que quiere hablar contigo. Es complicado.
- Manu Tenorio ha confesado en ¡HOLA! que los proyectos salieron demasiado deprisa y sin control.
- Era todo muy rápido. Encima, nosotros no entendíamos nada y todo lo llevaba la discográfica. Decían de hacer un disco, hacer promoción, conciertos, giras, ir a la televisión…. Y siempre respondíamos: “¡Vale!”. No nos daba tiempo a pensar.
Después de Operación Triunfo, “todos necesitamos ayuda terapéutica y hemos hablado de ello”
- ¿Te reconoce la gente por la calle? Porque has cambiado mucho.
- (Ríe) Sí, he cambiado muchísimo.
- ¿Con qué compañeros de concurso guardas más relación?
- Como cada uno tiene sus proyectos, va por épocas. Hablo mucho con Natalia, con Nuria [Fergó], con Chenoa, con Geno… De hecho, el próximo diez de septiembre voy a verla a un concierto. También tengo mucha amistad con Naím [Tomás] y con Manu [Tenorio]. También he hablado hace poquito con Alejandro [Parreño]. He mantenido el contacto con todos.
- ¿Cómo viviste la polémica de Juan Camús, que dice que se ha sentido apartado?
- Me llevo muy bien con él. Es verdad que una vez tienes más contacto con unos o con otros, pero yo me llevo muy bien con Juan. Es verdad que el tema de OT nunca le ha gustado mucho.
- ¿Crees que le ha superado?
- Pues no lo sé, porque tampoco lo hemos hablado, pero sí que a él le gusta sacar su propia música por su cuenta.
- ¿Habrá algún tipo de reunión para celebrar los veinte años de OT?
- ¡Ojalá!
- Sí para rendir un homenaje a Álex Casademunt.
- Sí, el 24 [de septiembre] vamos a estar unos cuantos en el Wizink Center –en Madrid–. Es una pena que no podamos estar todos en ese concierto. Pero sí que es verdad que podrían hacer algo desde Televisión Española para que nos pudiésemos juntar un poco por él.
- ¿Cómo viviste su pérdida?
- Imagínate… fue muy duro. Era una persona con mucha energía.
- Tú también has tenido una vida muy dura en el plano familiar. ¿Cómo lo has logrado superar? Tu testimonio puede ayudar a muchas mujeres que estén sufriendo ahora malos tratos.
- Con mi marido, que no era el padre de mis hijos, sí. Estuve trece años con él y ha sido una época muy mala, muy difícil. Pero, por fin, me siento fuerte y estoy con nuevos proyectos. Mis hijos me apoyan, porque, por suerte o por desgracia, lo pasaron muy mal. Con quince y dieciséis años, han sido muy conscientes de lo que ha pasado.
- ¿Cuándo comenzó todo?
- Realmente, llevábamos varios años con problemas en casa. Pero el decidir separarme e irme de casa fue a mediados del año pasado. La separación ha sido muy difícil y muy dura.
- ¿A qué te agarraste para salir de esa situación de malos tratos?
- Me agarré a un amigo, que era también compañero de trabajo. Nos veíamos todos los días y él veía que yo no estaba bien. Al final, decidí abrirme y contarle todo lo que me pasaba. Él fue quien me dijo que no podía seguir así.
“Con mi marido, que no era el padre de mis hijos, sí. Estuve trece años con él y ha sido una época muy mala, muy difícil. Pero, por fin, me siento fuerte y estoy con nuevos proyectos”
- ¿Los problemas surgieron al principio de la relación?
- Comenzaron hace un par de años, sobre todo con el tema Covid, el estar en casa, el estrés de no poder trabajar... Él no lo llevó bien y empezaron a ir las cosas muy mal.
- ¿Hablamos de malos tratos?
- Bueno…
- ¿Prefieres no hablar?
- Sí.
- Alguna vez habrás pensado: “¿Por qué a mí?”
- Efectivamente.
- Y te habrás preguntado: “¿Por qué ha cambiado?”.
- Efectivamente –se emociona–. Él, al principio, no era así. No sé si lo hacía por miedo, porque a lo mejor sentía que yo no sentía lo mismo por él y temiese que lo fuera a dejar. No sé lo que le puede pasar por la cabeza a un hombre así. Yo no me hubiera imaginado en la vida que me fuera hacer eso. Además, llega un momento en el que tú, psicológicamente, piensas que tienes la culpa. Es muy difícil encontrar explicaciones. Todo era “yo”, “yo”, “yo”… ¿Tan mala era? ¿En serio?
- Encima, en una situación en la que no podías escapar.
- Efectivamente. Cuando pasó lo del COVID, yo llevaba un año sin trabajar, sin mis bodas y mis cosas, y sin ingresos en casa. Al entrar en la fábrica y salir con gente que me veía mal, empezaron a tantearme hasta que consiguieron sacármelo todo. Ahí fue cuando me dijeron: “Esto no es culpa tuya”. Me quedé en shock. He necesitado ayuda en todos los sentidos.
- Afortunadamente, la vida te ha puesto a tu actual pareja.
- Sí –se vuelve a emocionar y trata de contener las lágrimas.
- ¿Él era también consciente?
- Sí.
- Eso os uniría más a los dos.
- Muchísimo. Yo me apoyé muchísimo en él y me decía que no era normal la situación y que tenía que salir de ahí. También me apoyó económicamente y su familia se volcó muchísimo en ayudarme. También me ayudó con los años, porque yo no estaba bien psicológicamente. Se juntó un poco todo y he recibido muchísimo –se seca las lágrimas–. Perdona.
- Por favor, no te preocupes.
Me da mucha pena, porque me escriben mujeres en las redes sociales para contarme que tienen niños pequeños y que están viviendo algo parecido. Es muy duro, de verdad, encontrar un apoyo. Pero hay que contárselo a una persona con la que tengas más confianza. Tú no sabes qué hacer, pero esa persona seguro que sí.