Confirmaron su relación el pasado mes de abril, cuando fueron fotografiados de la mano, tras meses de rumores. Era oficial, Kourtney Kardashian tenía un nuevo amor, a pesar de que durante los últimos años, muchos apuntaban a que iba a dar una nueva oportunidad con su exmarido y padre de sus tres hijos, Scott Disick. La mayor de las hermanas Kardashian recuperaba así la ilusión al lado Travis Barker, un famoso batería de rock y punk, integrante del grupo Blink-182, con una polémica vida y un pasado que llama tanto la atención como con tatuajes que cubren casi la totalidad de su piel.
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En las últimas semanas, han paseado su amor por la costa italiana a bordo de un lujoso yate y también han protagonizado románticas escenas en sus redes sociales, dejando claro así, que lo suyo va en serio y que juntos están viviendo un verano inolvidable. Una de las paradas de su romántico tour por el Mediterráneo ha sido Venecia, donde asistieron al desfile de Dolce & Gabbana de Alta Costura y fueron unas de las parejas que acapararon más flashes. Y es que su relación ha sorprendido a muchos porque vienen de mundos muy distintos y Travis atravesó una complicada época marcada por las drogas y los escándalos. El primero en mostrarse en contra de su noviazgo ha sido el exmarido de Kourtney, de quien esta semana se filtraron unos mensajes que envió a Younes Bendjima, otro exnovio de Kourtney, comentando el desembarco en Venecia de la pareja: “Esta chica está bien? Hermano, pero ¿qué es esto? En medio de Italia”.
Pero echando la vista atrás, el Travis de ahora nada tiene que ver con el de hace años, después de que un dramático accidente de avión cambiara el curso de su vida para siempre en 2008. Todo ocurrió durante un viaje que hizo a Carolina de Sur, donde tenían un concierto. En ese viaje iba a acompañarle su pareja, pero en el último momento, ya con las maletas hechas, prefirió quedarse en casa “por si pasaba algo, que no les ocurriese a los dos”, como narra el propio Travis en su libro Can I Say. Una premonición de la tragedia que después vivirían.
“Sabía que se avecinaba lo peor: iba a morir. El avión atravesó la valla del aeropuerto y cruzó una carretera y luego impactamos en una colina”
Tras la actuación, parte del grupo decidió regresar a casa antes de lo previsto en un avión privado, para reunirse cuando antes con sus familias, pero durante el despegue, las ruedas del aparato explotaron, provocando que se viera envuelto en llamas y chocara en las inmediaciones del aeropuerto. “La cabina empezó a llenarse de humo. Después, despegamos, lanzándonos salvajemente en el aire, pero seguimos subiendo y bajando (…) Sabía que se avecinaba lo peor: iba a morir. El avión atravesó la valla del aeropuerto y cruzó una carretera y luego impactamos en una colina”, narra el propio músico en su libro. “Entré en pánico. Salté hacia la derecha del ala del jet, que estaba llena de combustible. Todo mi cuerpo se cubrió de combustible y se incendió, desde las piernas hasta la espalda”, explica.
El accidente se cobró la vida de los dos pilotos, del asistente de Barker y de su guardia de seguridad. El rockero sufrió quemaduras de tercer grado en el 65% de su cuerpo y pasó tres meses en el hospital, donde fue sometido a sometido a 26 cirugías. Solo hubo otro superviviente, DJ AM, su amigo y colaborador, que falleció un año más tarde.
“Entré en pánico. Salté hacia la derecha del ala del jet y todo mi cuerpo se cubrió de combustible y se incendió, desde las piernas hasta la espalda”
Eso le hizo cambiar y dejar atrás las drogas que, curiosamente, consumía en muchas ocasiones para afrontar su miedo a volar. “La gente siempre me pregunta si he acudido a rehabilitación, y siempre respondo lo mismo: No, sobreviví a un accidente de avión. Esa fue mi rehabilitación. ¿Perder a tres de tus amigos y estar a punto de morir? Créeme, esa fue mi llamada de atención. Si no hubiese estado involucrado en la colisión, lo más probable es que nunca lo hubiera dejado‘, confesaba hace unos años a la revista Men’s Health.
Ha tenido desde entonces pánico a volar, pero recientemente, gracias a Kourtney, ha vuelto a subir en avión. Ella, a la que conoce desde hace años, se ha convertido ahora en un pilar muy importante en su vida y a pesar de que no lo parezca, tienen varias cosas en común, como el amor por sus hijos. Travis tiene dos, fruto de su matrimonio con la modelo y actriz, Shanna Moakler, Alabama y Landon, 15 y 17 años respectivamente.