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Paloma Segrelles apura los últimos días de vacaciones en familia y convierte el jardín de sus padres en una pequeña granja

Ha pasado el verano disfrutando de su familia y, ahora, apura sus últimos días de vacaciones antes de comenzar una nueva etapa con sus mellizas, Paloma y Tiziana, en Madrid

Actualizado 4 de septiembre de 2021 - 13:37 CEST4 sept 2021 - 13:37 CEST

Ha pasado el verano disfrutando de su familia y, ahora, apura sus últimos días de vacaciones antes de comenzar una nueva etapa con sus mellizas, Paloma y Tiziana , en Madrid. Las hijas de Paloma Segrelles , que han estudiado los dos últimos años en un internado, en Suiza, continuarán este curso en la capital. Ya dominan el inglés, el francés y el chino y, llegados a este punto, para Paloma es importante que profundicen en su lengua materna. “Están encantadas, aunque se lo han pasado fenomenal en Suiza”, nos cuenta.

Paloma y sus niñas, a las que está muy unida, han pasado un verano inolvidable haciendo muchos planes familiares, como montar un gallinero en casa de los abuelos, Francisco y Paloma Segrelles, en Madrid. Juntas se han encargado de colocar todo lo necesario para los animales y las niñas, que ya tienen once años, se han hecho responsables de dar de comer a los tres tipos de gallinas que tienen, tenerlo todo limpio y en orden, recoger los huevos y cocinar deliciosos platos con ellos.

Además, han estado unos días en un château, en Biarritz, donde han hecho muchas excursiones, han salido a pasear en bicicleta por el monte y han salido a navegar, y también en el Puerto de Santa María, donde han disfrutado de la playa y el surf. Paloma y Tiziana también han estado estudiando, repasando las asignaturas de lengua y matemáticas para ponerse al día con el temario de España.

En septiembre llega la vuelta al cole también para Paloma, que retoma su trabajo como vicepresidenta del Club Siglo XXI, una prestigiosa asociación cultural conocida por organizar debates, conferencias y foros sobre la vida cultural, política y social de nuestro país.

Paloma Segrelles, junto a su madre y sus hijas, en el jardín, donde han puesto un gallinero. Abajo, un árbol de más de doscientos años que está en casa de los padres de Paloma y donde, ahora, disfrutan trepando tres generaciones de mujeres Segrelles.

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