Ya había pasado el mediodía cuando se ha producido uno de los momentos más esperados de la boda de Carlos Cortina y Carla Vega-Penichet: la llegada de la novia. En ese instante todas las miradas se han posado en la abogada, que ha elegido para su gran día un vestido romántico y muy original. La ya nuera de Myriam Lapique ha entrado en la iglesia de Santo Domingo de Jerez de la Frontera sin dejar de sonreír del brazo de su padre y padrino, Jorge Vega-Penichet, y muy bien acompañada por un grupo de damitas y pajes que también han tenido un papel relevante en esta ceremonia. Los pequeños, entre los que estaban los hijos de Rosario Domecq, Carla Goyanes o Caritina Goyanes, estaban visiblemente entusiasmados de poder participar en un acontecimiento tan feliz para sus familias.
Una de las primeras personas en llegar al enlace ha sido Carla Goyanes, prima del novio. La empresaria, muy guapa con un look rosa, ha posado a las puertas del templo con su marido, Jorge Benguría, y sus tres hijos, Carlos, Santi y Beltrán, quienes tienen nueve, siete y dos años respectivamente. Los dos mayores se han mostrado muy sonrientes ante los flashes en esta foto de familia en la que han posado muy orgullosos minutos antes de ejercer como pajes. Ambos iban vestidos con pantalón y camisa cruzada color crema con grandes botones y un fajín salmón para ejercer esta importante función con la que estaban entusiasmados a juzgar por los gestos que hacían antes del comienzo de la homilía.
A escasos metros de los pequeños se encontraba su prima Cari, una de las damitas de honor. La hija de Caritina Goyanes y Antonio Matos, a la que en casa llaman cariñosamente mini Cari, llevaba el mismo fajín que los niños combinado con un vestido rosa nude con volantes de tul y una original corona floral adornando el pelo. Con idéntico look de inspiración andaluza hemos visto también llegar a Isabel, de siete años, la benjamina de la numerosa familia formada por 'El Juli' y Rosario Domecq, prima de la contrayente. Este diseño de las 'ayudantes' del enlace no solo creaba sintonía con la estética de la boda sino que conectaba con el look de la novia, quien también se ha decantado por los volantes para su estilismo nupcial.
La espontaneidad de Cari tras la ceremonia religiosa
Nada más bajar Celia del coche de caballos que la ha trasladado hasta la iglesia, Isabel, Cari y otra damita se han acercado a ella para comenzar con su emocionante tarea. Enseguida han comenzado a caminar unos pasos por detrás de ella, sujetando su velo mientras lo observan con mucho detalle. Además, las tres hablaban constantemente tanto entre ellas como con la novia cuando han parado a la puerta del templo para que su cometido saliese perfecto, como así ha sido. Después del enlace, con los nervios ya atrás, se han montado con los recién casados en la calesa y en ese momento la nieta de Cari Lapique ha protagonizado un simpático y espontáneo momento al sentarse en medio de los contrayentes.