La periodista y fotógrafa Olatz Vázquez ha fallecido esta madrugada a los 27 años de edad debido a un cáncer gástrico con metástasis abdominal, según ha informado la familia a la Cadena SER. Ejemplo de fortaleza y más aún de valentía, la vizcaína se había convertido en un símbolo de la lucha contra la enfermedad, que lejos de ocultarla, quiso darle la máxima visibilidad, no solo contando su experiencia en las redes sociales, sino también ilustrando con sus propias fotografías y haciendo especial hincapié a como la pandemia había relegado a un segundo plano el diagnóstico de otras enfermedades, y en concreto la suya, cuyos resultados llegaron con dos meses de retraso.
Olatz, quien cámara en mano reflejó la crudeza de esta enfermedad, sin olvidar las sesiones de quimioterapia, la caída del pelo y su duro cambio físico, no tuvo un diagnóstico en firme hasta el 20 de junio de 2020, tras varios meses con dolor abdominal y acudiendo al hospital. “Jamás pensé que diría esto, pero tengo cáncer. Cáncer de estómago. Todavía me cuesta escribirlo, más leerlo, pero sé que es parte del proceso: la aceptación y la normalización de vivir con una enfermedad grave. Quería compartir este momento con vosotros porque mi mayor inspiración para fotografiar es mi vida, y mi vida ahora es esta”.
Sus duros relatos no han caído en saco roto y han sido seguidos y leídos por cientos de personas durante su año y medio de incansable lucha. “La vida te cambia en apenas tres segundos, el tiempo que un médico invierte en pronunciar las siguientes tres palabras: ‘Olatz, tienes cáncer’. Desde entonces mis días son eternos domingos en los que puedo dedicar todo mi tiempo a lo que más me gusta: la fotografía”, afirmaba la periodista.
En su última publicación, el pasado 19 de agosto, y tras un periodo de ausencia, Olatz explicaba que estaba viviendo “semanas muy muy muy difíciles” con casi 30 días ingresada y se le presentaron varias complicaciones que le complicaron mucho su particular “remontada”. "La enfermedad, que me acompaña ha hecho de la suyas cuando yo más más débil estaba. Me he convertido en una persona totalmente dependiente de los míos, ya que vivo 24/7 conectada a alimentación parententeal y una vía nasogástrica, que es lo que me hace estar hoy aquí" explicaba la periodista.
“He perdido la noción del tiempo, si es que ahí dentro (en el hospital) la tienes. He perdido kilos, aspecto, independencia. Siento deciros que he perdido a la Olatz que era” contaba la vizcaína, quien a la vez informaba que había sido trasladada a su casa para recibir hospitalización a domicilio y poder estar cerca de su familia.
"¿Los médicos qué me dicen? Que poco a poco. Que no me marque grandes metas sino que vaya a poquitos. Hoy he andando por el pasillo media hora, ayer lo hice, mañana lo haré otra vez. Espero poder salir pronto a la calle en cuanto me quiten cada vez más cables que tengo colocados" acaba diciendo Olatz, a quien hoy despedimos con lágrimas en los ojos y damos gracias por su duro, aunque increíble, testimonio.