No es raro que el mundo de la moda y el del séptimo arte se enlacen las manos y protagonicen historias de amor de película. Lo peculiar de este caso es que los protagonistas son la editora de moda Anna Wintour —separada hace poco menos de un año de Shelby Bryan, el hombre con el que vivió dieciséis años de matrimonio— y el actor de Love Actually Bill Nighy, ambos de setenta y un años. Además, el marco elegido para hacer pública esta amistad tan especial (románticas cenas, rosas rojas, caballerosos brazos sobre la espalda de ella) ha sido Roma, la Ciudad Eterna, donde nadie se puede resistir tan fácilmente al influjo de Cupido.
En Roma, se los ha visto en, al menos, dos cenas para dos, íntimas y en algunos de los restaurantes más exclusivos de la ciudad, como el Pierluigi. Como detalle curioso, Anna Wintour decidió para esta cita acudir con un elegante vestido de Prada…, la firma emblemática de la película protagonizada por Meryl Streep y que se inspiraba en ella. Un guiño, sin duda, al mundo del cine (al mundo, por lo tanto, de Bill Nighy).