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Corría el año 2001 cuando Harry Potter llegaba por primera vez a los cines de todo el mundo para plasmar en la gran pantalla la historia original de J.K. Rowling con la que había conquistado a niños, adolescentes y jóvenes de todo el mundo gracias a una de las sagas literarias más exitosas de todos los tiempos. Al igual que el libro, Harry Potter y la piedra filosofal se convirtió en un fenómeno internacional y lanzó a la fama a los hasta entonces desconocidos Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, que interpretaban a Harry, Ron y Hermione, tres alumnos de la escuela de magia Hogwarts. Dos décadas y ocho películas después, sin contar los títulos de Animales fantásticos, celebramos el aniversario de la primera de sus cintas rescatando algunas curiosidades.
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Daniel Radcliffe no iba a ser Harry Potter
El candidato inicial para dar vida al mago más famoso de Howgarts era Haley Joel Osment, conocido por su papel protagonista en El sexto sentido. Sin embargo, no fue seleccionado por dos razones: la primera, no era británico y el equipo de casting había sido muy estricto con ello; la segunda, preferían que el actor que diera vida a Harry Potter fuera, hasta la fecha, desconocido.
El firme propósito de Rupert Grint: interpretar a Ron Waesley
Rupert Grint tenía muy claro que el papel del inseparable amigo pelirrojo de Harry Potter tenía que ser suyo, aunque hasta entonces ni él ni su familia habían tenido conexión alguna con el mundo del cine. Como un fiel admirador de toda la saga de libros, el joven actor se preparó el papel a conciencia para el casting y llegó a grabar un vídeo explicando las razones por las que él era el Ron Waesley perfecto. Finalmente, consiguió convencer a los creadores de la película.
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J.K. Rowling eligió personalmente a varios actores
La propia autora de la saga tuvo claro qué interpretes quería exactamente para algunos de sus personajes, para quiénes no se hizo un casting de selección. Uno de ellos era Robbie Coltrane, a quien J.K. Rowling consideró perfecto desde el primer momento para dar vida a Hagrid. Tampoco tuvo dudas sobre quién debía ser el profesor Snape, rol para el que la escritora eligió a Alan Rickman, actor muy popular en los teatros ingleses pero no en el mundo del cine. La última de las elecciones de la autora de la saga fue una de las más especiales, ya que quería a Richard Harris para meterse en la piel del director Albus Dumbledore. El intérprete inicialmente dijo que no porque se veía muy mayor para aceptar un papel así y fue su nieta la que le convenció. Finalmente, falleció en el año 2002 y solo pudo aparecer en las dos primera películas de la saga.
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Robin Williams y Rosie O`Donnell, descartados del elenco
La indicación era clara e inamovible: todos los actores de la cinta debían ser británcos, por ello se descartó a algunos de los rostros más reconocidos a nivel internacional. Es el caso de Robin Williams, que tan fanático era de la saga de libros que se ofreció a interpretar a Hagrid gratis. Algo parecido ocurrió con la actriz Rosie O’Donnell que se postuló para representar en la ficción a Molly Weasley, la madre de Ron y sus hermanos.
Tom Felton, el actor que da vida a Draco Malfoy no se había leído los libros
El archienemigo del protagonista en realidad se presentó para interpretar a Harry Potter pero, cuando le preguntaron en qué parte del libro le había gustado más el joven mago, no supo dar una respuesta correcta. Sin embargo, sí supo salir airoso de la situación e inventarse una excusa, demostrando una picardía que hizo que el equipo de casting tuviera claro que tenían ante sí a Draco Malfoy.
© @harrypotterfilm
La razón por la que Harry Potter y Hermione no son iguales a sus personajes en el libro
Los amantes de los libros sabrán que a Harry Potter se le describe con los ojos verdes, exactamente iguales a los de su madre; mientras que, sobre Hermione se dice que tiene una dentadura con unos incisivos bastante llamativos. Pues bien, en la película no se aprecia ninguna de las dos cosas y tiene una explicación. En lo que respecta al color de ojos, Daniel Radcliffe no toleró las lentillas de colores y le provocaban reacciones alérgicas haciendo imposible que las llevase. Algo parecido ocurría con los dientes de Emma Watson, a quien apenas se entendía cuando llevaba el postizo. Finalmente, el director de la película y la autora del libro decidieron que eran detalles que no alteraban el curso de la trama.
Daniel Radcliffe se llevó algunos 'souvenirs' muy peculiares de los rodajes
Años después y durante una entrevista para BBC1 Radio, Daniel Radcliffe confesó que se había llevado varios objetos del set de rodaje de Harry Potter, entre lo que estaban las icónicas gafas redondas de su personaje. Aunque el que más llamó la atención fue una prótesis de su propio brazo que crearon reproduciendo el suyo para una escena en la que Harry Potter pierde todos los huesos de la extremidad: "Supongo que estará en casa de mis padres, quizás en el ático, ¡qué cosa más extraña para que alguien se la encuentre en el ático un día!", bromeó el actor.
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