Si en el terreno profesional les va de maravilla y ambas han sabido crear con éxito sus propios imperios —Kylie, en el mundo de la cosmética, y Kendall, como top model y con su nueva marca de tequila—, en lo que al corazón se refiere, las hermanas Jenner atraviesan una etapa inmejorable.
A sus veinticuatro años, Kylie, la pequeña del clan Kardashian, va camino de cumplir su sueño de formar una familia numerosa, con la espera de su segundo hijo. Después de varias semanas de rumores y de intentar ocultar su incipiente tripita en las redes sociales colgando imágenes estratégicamente sacadas, varios medios anunciaban que está embarazada de nuevo. Fuentes cercanas a la empresaria y al rapero Travis Scott confirmaban a la revista People la noticia, que llega dos meses después de que la pareja se haya dado una segunda oportunidad. Ellos rompieron su relación un año después del nacimiento de su hija, Stormi, que ya tiene tres años, pero siempre habían dejado una puerta abierta a su reconciliación. Por el momento, ninguno de los dos ha querido pronunciarse sobre la buena nueva, sin embargo, hicieron lo mismo con la llegada de su primera hija. Tan solo Kylie se limitaba a declarar recientemente que le hacía mucha ilusión tener otro hijo: “No puedo esperar a tener más bebés”.
Por su parte, Kendall sigue adelante con su relación con la estrella de la NBA Devin Booker, con quien se reencontraba hace unas semanas después de que él hubiera estado con la selección estadounidense en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde el equipo terminó alzándose con la medalla de oro. Juntos están disfrutando ahora de unas merecidas vacaciones bajo el sol en Cerdeña, dejando claro que su relación, que hicieron oficial el pasado mes de febrero, está en plena forma, como ellos.
Sin embargo, Kendall no deja de lado su nuevo trabajo como empresaria y días antes de poner rumbo a la costa italiana, celebró una fiesta de su marca de tequila, 818, en los Hamptons, a la que acudieron varios amigos, entre ellos la top model Karlie Kloss, quien disfruta de su primer verano como madre.