Su boda, el 27 de diciembre de 1985, fue un acontecimiento mundial. Estando en la cima del mundo Duran Duran, su líder y vocalista acaparaba portadas y titulares. Ella, una modelo de rompe y rasga, también. Treinta y seis años después, Simon Le Bon y su mujer Yasmin, son la viva imagen de la felicidad, unidos y enamorados como el primer día. La pareja pasa unos días de vacaciones en Formentera antes de regresar de nuevo a su casa en Inglaterra, donde viven jardín con jardín con sus hijas. En más de una ocasión el famoso cantante, de sesenta y dos años, y su mujer, se han mostrado muy orgullosos de la familia que forman junto a sus tres hijas: Amber, de veintiocho años; Saffron, de veintiséis, y Tallulah, de veintitrés. Y el broche de oro a su vida ha sido la llegada de su primer nieto, Taro Arturo (hijo de Saffron), el pasado junio.
Convertido en abuelos por primera vez, el rockero, se muestra encantado: “Ser abuelo es un placer inmenso e inconmensurable. Soy muy afortunado, ya que los chicos viven en una pequeña cabaña que se comunica con el final de nuestro jardín, por lo que los veo todos los días. Y a Taro, mi nieto, lo vi transformarse de ser un bebé a ser ya un pequeño hermoso”, decía en junio en una entrevista en Clarín. Mientras, incombustibles y con ese estatus de mito, Duran Duran siguen sacando discos. Ahora, el venidero Future Past, el décimo quinto de su trayectoria.