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Amanda Hearst no cierra su oficina por vacaciones. La heredera estadounidense, bisnieta del legendario magnate de la prensa William Randolph Hearst y fundadora de la web de moda sostenible y ética Maison de Mode, está inmersa en los preparativos del Future of Fashion Summit 2.0, que se celebrará en septiembre. Se trata de un foro en el que diseñadores, editores y personalidades de la cultura discutirán sobre el futuro de la industria textil. Además, está ultimando los detalles de su evento anual de recaudación de fondos para Well Beigns, su ONG dedicada a la conservación y el bienestar de los animales. Será una fiesta a finales de agosto en los Hamptons, destino de veraneo de los ricos y famosos, para salvar los bosques de manglares de Puerto Rico.
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Los Ángeles, Nueva York, el Caribe… Amanda se pasa la vida viajando por América, pero su segundo hogar se encuentra a este lado del Atlántico. En el verano de 2019, la heredera se casó con el famoso director de cine noruego Joachim Rønning, que dirigió a Penélope Cruz y Salma Hayek en Bandida y a Javier Bardem y Johnny Depp en la exitosa Piratas del Caribe: La venganza de Salazar. Desde entonces, Hearst pasa largas temporadas en Oslo, donde su marido tiene familia y una de las productoras más importantes de Escandinavia.
El cambio de la soleada California a la fría Noruega puede parecer radical (en estas calurosas fechas, por ejemplo, los termómetros no superan los veinte grados en Oslo). Sin embargo, ella está encantada con su vida en esa fría ciudad, famosa por sus áreas verdes y museos.
—Amanda, ¿cómo descubriste Oslo?
—¡Por mi marido! Él es noruego y hemos pasado mucho tiempo en Oslo durante los meses de la pandemia.
—Entonces, ¿has tenido un guía de lujo en la ciudad?
—Sí, el mejor (risas).
—¿Cuál fue tu primera impresión sobre Oslo?
—Por alguna razón, siempre imaginé Oslo como una ciudad antigua, llena de casas diminutas y bellamente pintadas. Creo que me la imaginaba como un pueblo bávaro (risas). Bueno, de todos modos, ¡por supuesto que estaba muy equivocada! Es una ciudad completamente moderna y llena de museos, restaurantes y tiendas increíbles. Pero a diez minutos de la ciudad, encontrarás granjas encantadoras y pueblos muy antiguos. Así que supongo que no estaba del todo equivocada.
—¿Cómo te las arreglas con el idioma?
—¡A mí me encantan los idiomas! Hablo español con fluidez y también he estudiado francés, latín, portugués y holandés. Y ahora estoy estudiando noruego. Realmente lo estoy disfrutando. Por supuesto, es difícil aprender un idioma nuevo y me llevará tiempo dominarlo. Pero estoy disfrutando de este viaje…
—¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad?
—Me encanta que sea una ciudad para caminar. Vivimos en Los Ángeles y allí tienes que ir en coche a todas partes. Mientras que en Oslo puedes ir caminando a casi a cualquier parte. De hecho, gå på tur, que en noruego significa ‘salir a caminar’, es una parte muy importante de su cultura.
“Me imaginaba Oslo como un pueblo bávaro. Pero es una ciudad moderna y llena de museos, restaurantes y tiendas increíbles”
—¿Fue difícil para una chica de Los Ángeles y Nueva York adaptarse a la vida en Escandinavia?
—Para nada. Me encanta pasar tiempo en otros países y ciudades. De hecho, creo que esa es una de las razones por las que mi marido y yo nos llevamos tan bien y hacemos tan buena pareja. Ambos estamos muy interesados en aprender sobre otras culturas y tradiciones. Viajar es nuestra verdadera pasión.
—¿Qué restaurantes recomiendas?
—Maaemo es el más famoso. Ha recibido hasta tres estrellas Michelin y es simplemente increíble. También me encanta el Theatercafeen, en el Grand Hotel de Oslo. La comida es de primera y siempre tiene un ambiente divertido.
—¿Cuáles son tus platos favoritos?
—¡Noruega es conocida por su salmón! También me gusta el brunost, que es literalmente un queso marrón. Se coge un panecillo, se le unta mantequilla y luego este queso marrón y dulce. Es un almuerzo noruego muy típico.
—¿Y para beber?
—Noruega es conocida por una bebida espirituosa llamada aquavit. Es como un vodka y lo bebes de un pequeño trago. No es algo que beba todos los días, pero me siento como una noruega de verdad cuando lo tomo.
—¿Qué planes culturales te gusta hacer?
—La Ópera de Oslo es una de las piezas arquitectónicas más bellas y únicas que he visto en Europa. Está construida sobre el fiordo y es una verdadera obra de arte. También me encanta el museo Kon-Tiki. Mi esposo dirigió una película sobre esta historia. Y el parque escultórico de Vigeland, que es ideal para dar un paseo agradable. Está lleno de esculturas únicas de Gustav Vigeland, uno de los artistas más famosos de Noruega.
—¿Y alguna tienda para comprar ropa?
—Moniker es un concept store con las mejores marcas. Tienen firmas escandinavas realmente geniales y muchas de ellas son sostenibles.
—¿Qué deportes practicas cuando estás en Oslo?
—Las Navidades pasadas, practiqué por primera vez el esquí de fondo. Luego empecé a salir de la ciudad una vez por semana para esquiar. ¡Es un gran deporte y tradicionalmente muy noruego! También voy al centro Kjerne Kraft para practicar yoga.
“Estoy estudiando noruego. Es difícil aprender un idioma nuevo y me llevará tiempo dominarlo. Pero estoy disfrutando de este viaje…”
—¿Echas de menos el bullicio de Los Ángeles cuando estás allí?
—No, porque vivimos en Los Ángeles. Pero viajamos con mucha frecuencia a Oslo… A veces nos quedamos en Noruega por unas semanas, otras veces durante unos meses…, pero nuestra casa está en Los Ángeles.
—¿Y cómo es la gente de Oslo?
—¡Son muy amables y acogedores!
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