Hay influencers para todos los gustos. Están las fashionistas, las beauty bloggers, las foodies, las expertas en viajes y lifestyle… Y luego está Sabine Getty , que por sí misma se merecería una categoría. Hija de un rico financiero libanés y de una interiorista egipcia, Sabine nació y se crió en Ginebra, estudió en el Instituto Gemológico de América y en 2012 lanzó su propia firma de joyas en Londres. Solo tres años después, se casó con el heredero Joseph Getty, bisnieto del legendario magnate del petróleo John Paul Getty. Desde entonces comparte en sus redes sociales su vida, que es la vida con la sueña cualquier aspirante a influencer: sus vacaciones a bordo del yate familiar, el Talitha, uno de los más bellos del mundo; sus estilismos para las bodas de sus amigas royals -Eugenia de York, Nina Flohr-; sus cenas en el Ritz de Londres y Annabel’s…
© Cortesía de Sabine GettySabine se ha convertido en la it girl definitiva de la escena social londinense: la invitada perfecta, la anfitriona imbatible, la prescriptora… La National Gallery, el museo de arte más importante de la capital británica, ha reparado en su poderío y acaba de nombrarla co-presidenta de Young Ambassadors, su nueva iniciativa para captar a jóvenes patronos y mecenas de entre veinte y cuarenta y cinco años. Es la primera vez en sus 197 años de historia que la National lanza un programa para atraer a un público más juvenil a la icónica pinacoteca de Trafalgar Square. También es la primera vez que ficha a una mujer con el perfil de Sabine: una persona vinculada al mundo de la moda y el lujo, hiperactiva en las redes sociales y, sobre todo, muy joven para una institución tan antigua. La patrona de honor del museo es Kate Middleton, que tiene dos años más que ella.
“Para el museo, Sabine encarna a la perfección el perfil de mecenas que se necesita en estos momentos”
Para celebrar su nombramiento, Getty posó junto a la experta en arte Harriet Clapham, la otra copresidenta de Young Ambassadors, frente al cuadro Los embajadores, de Hans Holbein el Joven. La pieza es una de las joyas de la National Gallery y es considerada una de las obras maestras del pintor alemán y de la pintura en general. El lienzo representa a Jean de Dinteville, embajador de Francia en la Inglaterra de Enrique VIII, y a Georges de Selve, embajador del rey francés ante potencias como la Santa Sede y España. La pinacoteca escogió esta obra porque resume la finalidad del proyecto: captar a nuevos patronos de todo el mundo, con diferentes profesiones y culturas, para que apoyen a la National y tengan un acceso más cercano a la colección -Rubens, Turner, Cézanne, Constable, Van Gogh, Monet- y a sus expertos. Para el museo, Sabine encarna a la perfección el perfil de mecenas que se necesita en estos momentos: cosmopolita e internacional, dispuesto a gastar grandes sumas de dinero en arte y con amigos que también estén dispuestos a gastarlo.
© @sabinegettyOriginalmente, la presentación de Sabine como nueva amiga del museo se iba a celebrar con un elegante cóctel en la terraza de la National Gallery, con vistas a la Columna de Nelson, y con una fiesta en las salas Julia y Hans Rausing, un refugio del barroco italiano recientemente renovado y decorado con obras de Caravaggio y Artemisia Gentileschi. La pandemia frustró esos planes. Finalmente, se ha realizado un acto mucho más discreto, pero no menos efectivo: Getty, enfundada en un elegante traje de terciopelo burdeos, posó frente a Los embajadores de Holbein el Joven para anunciar ella misma la iniciativa en sus redes sociales. Todos sus amigos -desde Lauren Santo Domingo hasta la top model Erin O’Connor y la súper influencer Veronika Heilbrunner- respondieron interesándose por el proyecto. De repente, la National Gallery está de moda.
© @sabinegetty
