En ocasiones la vida puede ser mucho más dura y cruel de lo que lo es en una telenovela turca. Los protagonistas de estas ficciones son conscientes de ello y aunque son personas de éxito, reconocidos y queridos allá donde van, no se olvidan de que hay otros que no han tenido su misma suerte y no lo están pasando bien. Hoy no nos vamos a centrar en sus proyectos o en su vida, sino que vamos a mirar en su interior y a descubrir el lado altruista y el gran corazón de los actores otomanos más queridos. Son conscientes de su situación privilegiada y ayudar a los desfavorecidos es su manera de agradecerle a la vida todo lo bueno que les ha regalado.
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Comenzamos por Tuba Büyüküstün, la belleza de la protagonista de Sühan no está solo en su físico, sino también en su interior, ya que se preocupa de los que menos tienen. En 2014 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de Unicef Turquía que, como su nombre indica, es el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia que provee ayuda humanitaria a madres e hijos de países en desarrollo. La intérprete ha desempeñado una importante labor en centros de ayuda para niños y familias de refugiados sirios, cuyo objetivo es aumentar el número de los que reciban educación escolar y protección infantil.
Tuba se involucra de manera activa en todos los proyectos solidarios en los que colabora y no se lo pensó dos veces cuando tuvo la oportunidad de visitar varios de estos campos de refugiados, donde pudo conversar con algunas de las familias que vivían allí. Según sus propias palabras: “Les miraba a los ojos y me fijaba en sus gestos mientras me hablaban, pero llegaba un momento en que se hacía el silencio. Entonces era cuando parecía que había más ruido”, confesaba la actriz, quien también reconoció que fue una experiencia que la marcó mucho.
Su compañero de ficción, Kıvanç Tatlıtuğ, prefiere hacer sus actos solidarios de manera anónima y sin repercusión pública. En plena crisis por el coronavirus, el actor y su esposa, Basak Dizer, aportaron su granito de arena con los más necesitados satisfaciendo las necesidades de mil familias con paquetes de alimentos para dos meses. Son una de las parejas más altruistas y que más se preocupan por los desfavorecidos. Al igual que Tuba, el intérprete fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de Unicef. Además, no solo se preocupa de las personas, sino también por los animales, es habitual verle cargar su coche con comida para alimentar a los peeros y gatos que viven en la calle.
Durante los tremendos incendios que asolaron Turquía recientemente y que acabaron con la vida de varias personas y devastaron una gran parte del país, el guapo actor no dudó en donar 300.000 liras turcas (más de 30.000 euros), para alquilar un helicóptero que ayudara a sofocar las llamas. Otro que no dudó en remangarse y ayudar fue Ibrahim Çelikkol, el protagonista de Mi hogar, mi destino se unió a un equipo de bomberos y se dirigió a la zona de la central termoeléctrica de Milas, ataviado con un traje ignífugo para protegerse del fuego, pero sin casco y sin ningún tipo de equipo de respiración, el intérprete es de los que es capaz de dar su vida por los demás y ahí lo demostró con creces.
Tanto en su vida profesional como en la personal Çağatay Ulusoy, es un ejemplo a seguir. El actor de Içerde apoya de forma privada a escuelas de las provincias turcas más pobres, tanto con material escolar, como con las necesidades alimenticias de los estudiantes. Hazal Kaya, de Nuestra historia, ha mostrado desde muy joven una gran sensibilidad ante los problemas sociales. Por ejemplo, en su noche de la henna, previa a su boda, en lugar de encargar el banquete a grandes chefs, decidió que fueran madres de niños discapacitados las que lo elaboraran. Es de las que más alza su voz en los casos de violencia contra la mujer, por ello fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad para el Fondo de Población de las Naciones Unidas para Turquía.
Can Yaman es uno de los actores turcos más populares y también es un hombre concienciado con la sociedad que nunca duda en mostrar su lado solidario. Para poder recaudar fondos para sufragar el tratamiento de Pamir, un bebé que nació con atrofia muscular espinal (AME), decidió subastar una de sus prendas favoritas, algo que hizo las delicias de sus fans y que además logró el objetivo de ayudar al pequeño. El galán ha dado muestras de su filantropía en otras ocasiones, destaca la gala benéfica en la que participó junto a Demet Özdemir, su compañera de Erkenci kus, para conseguir dinero para niños con leucemia en julio de 2019. Anteriormente, ambos habían formado también parte de un proyecto solidario para acercar la naturaleza a los más pequeños.
Esta es la razón por la que el intérprete ha creado en Italia una asociación sin ánimo de lucro que lleva su nombre: Can Yaman for Children ets, con el fin de recaudar fondos que irán destinados a varios hospitales para que así puedan promover actividades de interés social para los pequeños que se encuentran ingresados. "¿Mi sueño más grande? El de poder ver a los niños hospitalizados volver a jugar. Llevo meses trabajando en este proyecto. Ojalá todos pudieran volver a sonreír como debe ser", declaró el futuro 'Sandokan' al periódico el Corriere della Sera. El actor continua así con su lema: "El amor genera amor".
En enero de 2019, la madre de la protagonista de Love is in the Air falleció debido a una leucemia y para la actriz fue una pérdida irreparable que la dejó destrozada. Por eso, Hande Erçel está dispuesta a usar su influencia para evitar que eso siga ocurriendo. La intérprete se unió con una de las asociaciones más conocidas de Turquía, Kansersiz Yaşam Derneği, que tiene como objetivo recaudar todo el dinero posible para ayudar a los pacientes con cáncer y a sus familias. En esta ocasión, Hande fue la imagen de una campaña de captación que tenía como lema “Kahraman olma sırası sizde”, o lo que es lo mismo, “Es tu turno de ser un héroe”, demostrando ser tan bella como noble y de buen corazón.