Fue en 1990 cuando Michael Douglas, casado por aquel entonces con Diandra Luker, compró S’Estaca, una de las propiedades más impresionantes de la isla, en un acto de amor hacia su mujer, enamorada de este enclave, por tres millones y medio de euros de la época. Construida por el archiduque Luis Salvador de Habsburgo en 1867, la propiedad, que actualmente abarca 77 hectáreas de terreno y está situada en la costa norte, entre Valldemosa y Deiá, con vistas a la sierra de Tramontana y al Mediterráneo, se convirtió en su mejor refugio para desconectar del frenético ritmo de Hollywood. Sin embargo, en 1995 la pareja decidió separarse, aunque su divorcio no se hizo efectivo hasta el año 2000, cuando, según se ha publicado, el actor pagó a su ex más de 38 millones de euros, pero… ¿qué pasaría con la mansión de Mallorca? Como el dinero no daba más de sí, por cuestiones sentimentales, llegaron al acuerdo de compartir la casa en meses diferentes.
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Durante más de 21 años, la expareja se ha ido turnando para disfrutar de esta impresionante mansión, hasta ahora, que el actor, casado desde noviembre del 2000 con Catherine Zeta-Jones, ha puesto fin a esta situación, adquiriendo la parte de la casa que correspondía a su exmujer. “Era muy incómodo compartir la casa de s’Estaca con Diandra. Seis meses para cada uno no era algo agradable para nadie. Ahora que ya está todo arreglado y que la casa es cien por cien nuestra, de Catherine y mía” ha declarado el actor al diario mallorquín Última Hora.
Y es que la situación llegó a ser tan molesta que el ganador del Oscar por Wall Street decidió poner S’Estaca a la venta en 2014. Entonces, pedía cincuenta millones de euros, aunque tuvo que rebajar su precio a treinta millones y ni aun así consiguió venderla. Así que después de seis años con el cartel de ‘se vende’ en 2020 la retiro de la venta, lo que nadie se imaginaba entonces, es que el actor habría decidido llegar a un acuerdo con su exmujer, como así ha sido. “Mis hijos seguirán viniendo y mis nietos y sus hijos. Estoy seguro que durante generaciones esta isla será suya. Esta casa es de mi familia y lo seguirá siendo. A Cameron, Dylan y Carys les encanta. Mi hija habla perfectamente español” declaraba Douglas al ya mencionado diario mallorquín.
Asentados en Mallorca desde el pasado mes de mayo, desde donde han estado yendo y viniendo para cumplir con sus diferentes compromisos profesionales, Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, ponían fin a su estancia en la isla hace tan solo unos días. El actor para continuar en Gran Bretaña con el rodaje de la tercera parte de Ant Man y la actriz para ponerse a las órdenes de Tim Burton tras haber sido elegida para interpretar el papel de Morticia Adams en la nueva serie de Netflix sobre La familia Adams que ya prepara el popular director.