En pocas semanas, Stella del Carmen estará instalada en Málaga, la tierra de su padre, donde ella nació (en Marbella) y a la que se siente muy unida, aunque haya vivido, hasta ahora, en Los Ángeles y la pandemia le haya impedido viajar en el último año y medio. Una nueva etapa comienza para la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, a punto de cumplir veinticinco años y tras haberse licenciado, recientemente, en Estudios Narrativos, en la Universidad del Sur de California. Pero, antes de su traslado a España, previsto aproximadamente para mediados de septiembre, ha celebrado el sesenta y cuatro cumpleaños de su madre, Melanie Griffith, con una fiesta a la que acudió junto a su novio, Eli Meyer, con quien lleva más de dos años de relación.
En los últimos tiempos, Stella no ha dejado de sorprender por sus inquietudes e iniciativas. Primero fue Share Some, el proyecto de bienestar emocional que puso en marcha, en forma de newsletter, en las redes sociales, en la primavera del pasado año, junto a su buena amiga Emma Newbern; después, su debut como columnista, donde, por primera vez, nos dejó compartir algunos aspectos de su vida y sentimientos, y, más recientemente, el lanzamiento de su nuevo perfume. Ahora ha sido su padre quien ha ‘fichado’ a la talentosa joven para trabajar junto a él, como segunda ayudante de dirección, en uno de sus nuevos proyectos. “Mi hija tiene una opinión de las cosas que a mí me interesa. Tiene opinión y personalidad. A ella le gusta mucho Málaga, tiene aquí a sus primos. Llevamos un año y medio sin vernos. Mucho Zoom”, decía el actor, recientemente, en la Gala Starlite.
Antonio viajará a Nueva York próximamente, para rodar con Penélope Cruz, y está inmerso también en el rodaje, en Sicilia, de la quinta entrega de Indiana Jones . En septiembre será cuando comience a preparar el musical Company y cuando, presumiblemente, se producirá el gran reencuentro entre padre e hija.