A lo largo de sus más de veinte años de carrera artística, Cecilia Gómez ha tenido la oportunidad de conocer a personalidades de todo el mundo y tan importantes como variopintas: desde el primer ministro británico Tony Blair, con el que terminó discutiendo de Gibraltar, hasta la cantante costarricense Chavela Vargas, pasando por actores de Hollywood como Gerard Butler. Precisamente, Cecilia tiene una anécdota muy divertida con la estrella de cine, ya que ella fue quien le enseñó a bailar flamenco.
El encuentro entre la artista gaditana y el protagonista de 300 se produjo en febrero de 2016, cuando él visitó nuestro país por motivos profesionales. Fue en una fiesta llena de anécdotas, porque el actor también se quedó prendado de otra española. Cinco años después, Cecilia recuerda todo lo sucedido en esa curiosa noche y lo cuenta en ¡HOLA! en primera persona.
“Conocí a Gerard Butler en una fiesta en Madrid. Él vino a presentar un perfume, como embajador de la marca. Cuando nos presentaron, le dijeron que yo bailaba flamenco. Entonces, Gerard empezó a decir: “I love flamenco. Me encanta, me encanta, me encanta”. Tanto le gustaba que me pidió que bailara y no me quedó más remedio que enseñarle unos pasos. Al final, esa noche cambió la temática completamente y se transformó en una fiesta flamenca.
Gerard y el flamenco… Él lo intentó e hizo lo que pudo… (ríe). Me hizo las típicas preguntas de cómo se movía la mano, cómo se zapateaba… ¡Pero estuvo muy divertido! Además, esa noche ocurrió una cosa muy graciosa. A una hora, se lo llevaron para que pudiera descansar en su hotel. Sin embargo, Gerard se subió a un coche que le esperaba en la puerta, se bajó por el otro lado y volvió otra vez a la fiesta (ríe). Es que se quería quedar más tiempo, porque se sentía muy a gusto y se le veía con ganas de juerga (ríe).
La impresión que me dio Gerard Butler fue espectacular. Me pareció una persona supersimpática, divertidísima. Además, en la fiesta ocurrió otra anécdota más graciosa con Lorena Van Heerde –Miss España 2001–. Recuerdo que a él se le iluminó la cara nada más ver a ese bellezón. Pero hubo un momento en el que Gerard miró la tripita de Lorena y se dio cuenta de que ella estaba muy embarazada… Fue como “oooh” (ríe). Conmigo no pasó nada de eso, porque sólo mostró interés por el flamenco (ríe), pero fue encantador y muy gracioso”.