Arantxa Sánchez Vicario está de vacaciones con su familia en la Costa Brava. La extenista, que reside en Miami, ha viajado a España para disfrutar de la playa junto a su madre, Marisa Vicario, su hermana, Marisa Sánchez Vicario, y sus dos hijos, Arantxa, que ya tiene 12 años, y Leo, de 10. Arantxa se ha reconciliado con los suyos tras su separación de Josep Santacana y ahora disfruta de una agradable vida familiar. La extenista estuvo muy pendiente de su madre, que enviudó en febrero de 2016 y quien arrastra problemas de espalda a sus 84 años. "Mi madre me apoya y está conmigo. Aun habiéndole dado mil patadas, ahí sigue. Me ha demostrado lo que es el amor por los hijos y su incondicional apoyo", confesó Arantxa en las páginas de la revista ¡HOLA!.
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La extenista, de 49 años, también charló animadamente con su hermana mayor, Marisa, la menos conocida del clan Sánchez Vicario. Ambas conversaron en la orilla mientras los hijos que Arantxa tuvo durante su matrimonio con Josep Santacana disfrutaban de un refrescante baño. De vuelta a casa, la ganadora de Roland Garros se mostró muy atenta y cariñosa con sus dos hijos. Según confesó en ¡HOLA!, en estos momentos vive por y para ellos. "Mis hijos son mi vida. Lo que no tengo es marido, pero familia, sí", puntualizó.
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A pesar de la calma que transmite Arantxa durante sus vacaciones en familia, su situación es un tanto complicada. Cabe recordar que la Fiscalía de Barcelona ha pedido cuatro años de prisión para ella y su ex marido, Josep Santacana, por un presunto delito de alzamiento de bienes al supuestamente ocultar su patrimonio a través de un testaferro para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros.
Este varapalo judicial se suma al eterno divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana. El pasado mes de marzo, la extenista logró que su proceso de divorcio pudiera tramitarse en Miami como pedía y no en España como solicitaba su exmarido. Al disolverse el matrimonio en España entraría en vigor el acuerdo de separación de bienes que ambos firmaron antes de casarse. Sin embargo ese acuerdo no es válido en Estados Unidos, de ahí el interés de Santacana de que el caso se resolviera en nuestro país. La extenista, por su parte, siempre ha querido que su divorcio se resolviera en Miami para obtener una mayor información sobre los activos que, presuntamente, controlaba Santacana y que quiere recuperar.
El otro frente judicial de la expareja es la guarda y custodia de sus dos hijos, que se sigue discutiendo en los tribunales de Miami. "Estuvo mucho tiempo sin ver a sus hijos (Santacana), pero, desde que el juzgado reguló el régimen de separación, los ve cuando le toca", explicó Arantxa en ¡HOLA!.
Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana comenzaron su relación en 2007 y se casaron en 2008 en el castillo Perelada, en Gerona, en una de las zonas más bellas del Alto Ampurdán. Un año más tarde venía al mundo Arantxa, la primera hija del matrimonio, y en 2011 su hijo Leo. La familia de la extenista nunca vio con buenos ojos esta unión, pero Arantxa estaba tan enamorada que lo apostó todo por Santacana. Finalmente, la pareja se separó en 2018 y desde entonces protagoniza un polémico divorcio. "Lo doy todo por él, me peleo por él, le doy mi vida, me traiciona, me engaña, me quita todo y, encima, ahora quiere hacer como si nada. No sé lo que pretende, además de hacer daño", declaró la extenista en ¡HOLA!. "Lucho un partido a cinco sets ante un rival muy duro, pero si algo tengo, es resistencia", añadió.