Muchos son los veranos que Irina Shayk ha elegido la isla de Ibiza para pasar parte de sus vacaciones y este año ha vuelto a poner rumbo a la isla, donde ha estado trabajando, pero también ha sacado tiempo para disfrutar de las playas y de las divertidas noches ibicencas rodeada de un grupo de amigos… entre los que no hay ni rastro de Kanye West. La modelo rusa, de 35 años, se encuentra desde hace un par de meses en el centro de todas las miradas, después de que fuera fotografiada con el rapero a principios junio en La Provenza, donde viajaron juntos a bordo de un jet privado. Era la primera vez que se veía al artista en compañía de una mujer, desde que a principios de año se conociera que había iniciado el proceso de divorcio de Kim Kardashian, que se prevé que será uno de los más caros, ya que hay en juego un imperio de más de dos mil millones de euros y cuatro espectaculares mansiones.
Según han declaraban hace unos días fuentes cercanas a la modelo a People, ésta “todavía está saliendo” con el rapero. Y añade: “Ellos mantienen una relación distancia. Kanye continuará en Los Ángeles. No tiene planes de mudarse a Nueva York (donde vive Irina). Está muy enfocado en su negocio en Los Ángeles. Le gusta pasar tiempo con Irina y planea verla pronto“, aseguran. Sin embargo, otros medios estadounidenses apuntan que “la relación se estaría enfriando” y que “le gusta tan solo como amigo”, prueba de ello es que, según dicen, Irina habría reclinado su invitación para ir con él a París el mes pasado a un evento de alta costura. Lo cierto es que no han sido fotografiados juntos desde aquel viaje a La Provenza, donde celebraron el cuarenta y cuatro cumpleaños de Kanye. Su amistad viene de lejos, se conocieron en el año 2010, cuando el cantante grabó el videoclip de su canción Power , en el que participó ella y por entonces, se llegó hablar de que mantuvieron un corto romance.
En esta escapada a Ibiza, Irina ha estado rodeada de amigos entre los que se encontraba Riccardo Tisci, director creativo de la firma Burberry. Junto a él, lució su espectacular figura en una playa de la isla, con un bikini en tonos tierra, y han compartido varias imágenes de estos días en la isla pitiusa. Pero no todo ha sido sol y playa, también estuvieron en una fiesta celebrada en una lujosa villa, a la que también asistió la top model Kate Moss, como mostraba el fotógrafo Mert Alas, amigo de Irina, en sus redes sociales.
Irina vive ahora un momento de grandes cambios en su vida, centrada en su trabajo y en su hija, Lea de Seine, de cuatro años, nacida de su relación con Bradley Cooper, con quien ha demostrado en más de una ocasión, que se lleva estupendamente tras su ruptura. Es habitual ver a la modelo y al actor compartiendo divertidos momentos con su hija en la Gran Manzana, dejando claro que a pesar de que entre ellos se acabó el amor, perdura una gran amistad y unión por el bien de su pequeña.