pilar soto© CEDIDAS

Presentó el ‘Grand Prix’ con Ramón García

La ‘llamada’ de Pilar Soto y su historia de superación personal

‘Voy a misa todos los días, pero no porque me lo hayan impuesto, sino porque le dedico a la oración tiempo diario. Lo necesito igual que como o duermo’


14 de agosto de 2021 - 18:20 CEST

Pilar Soto nació en Madrid y tiene treinta y nueve años. Desde muy joven, cautivó a los espectadores trabajando como presentadora en programas de televisión como Date un Respiro, fue nominada a los Premios de la Academia de la Televisión por ¡Mamma Mia! de Telemadrid y trabajó junto a  Ramón García   en el Grand Prix de TVE . Presentó las campanadas de Nochevieja en 2001 y también es actriz y ha actuado en obras de teatro y televisión como por ejemplo las series Al salir de clase o Paraíso. Sin embargo, pese a su talento y a que su fama crecía, también experimentó el sufrimiento y pagó un alto precio en lo personal. Fue en 2014 cuando la exazafata desveló en una entrevista en Deluxe cuál era la realidad de su vida durante esos años de fulgurante triunfo televisivo. La excompañera de Víctor Sandoval relató que cayó en dos trastornos de conducta alimentaria:  anorexia   y   bulimia . A ellas se le sumaron adicción a la medicación, al alcohol y a las drogas: “Sufrí varias sobredosis, pero yo seguí trabajando, perdí muchísimo peso”, explica.

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© GTres

Pilar Soto junto a Víctor Sandoval, con quien presentó el programa de corazón ‘¡Mamma Mia!’ en Telemadrid.

Por paradójico que parezca fue uno de esos episodios el que dio lugar a que la historia no terminara en tragedia: “Sabía que me estaba muriendo. En ese momento, llamé a Cristo, y con los ojos de mi alma vi su rostro. Estaba todavía en la cruz, lloraba. Y pensé: Dios mío, ¿qué he hecho? Perdóname Señor”. Afortunadamente desde ese momento, la madrileña afirma haberse apartado de las drogas y dedica su tiempo a la religión católica, ocupación que compagina con sus estudios de Periodismo: “Ya tengo la mitad de mi carrera hecha y con muy buenas notas. Estoy súper feliz”

Otra incursión televisiva donde mostró un poco más de su faceta más íntima fue su participación en La selva de los famosos en 2004, una edición que ganó el torero  José Antonio Canales Rivera. Pero Pilar tiene mucha vida más allá de la mostrada en la tele. La parte de su historia menos conocida, desde que salió del foco mediático, ha estado dedicada al catolicismo. Desde que ocurriera el episodio en el que descubrió la vida cristiana, ha seguido muy vinculada a sus dictámenes y descubrió que todo aquello le hacía bien.

© JAVIER ALONSO

“Todo lo que viene de Dios da paz, alegría y serenidad”, asegura la presentadora.

La madrileña se enroló en un viaje por todo el globo que pasó por Los Ángeles, San Junípero Serra, (México), el madrileño Valle de los Caídos y otras estaciones muy vinculadas a la historia del cristianismo como  Medjugore   Fátima  (Portugal), Lourdes (Francia) y el monasterio de Guadalupe (Cáceres). Todo este periplo culminó en 2014 cuando presenció en directo la beatificación de Juan Pablo II. Ese mismo año, se ordenó como Franciscana Seglar de la Orden Tercera.Al año siguiente visitó Tierra Santa en un viaje que le marco para siempre: “Seas o no creyente, ese lugar es especial. Ha sido un periplo apasionante, espectacular. Imagínate la diferencia de ir a Ibiza todos los veranos y de repente irte a Tierra Santa. Es un cambio muy brusco. Me empecé a hacer muchas preguntas. Antes sólo luchaba por mí y ahora no. Hay algo mucho más grande y es el eje de mi vida”

-¿No te llegaste a plantear ser ser monja?

-Al principio sí, porque sufrí una conversión muy fuerte, pero mi fraile espiritual me dijo que me esperara.

-¿Rezas mucho?

Yo sí, voy a misa todos los días, pero no porque me lo hayan impuesto, sino porque le dedico a la oración tiempo diario. Lo necesito igual que como o duermo. Antiguamente, se hacia mucho y, sin embargo, en mi generación se ha perdido. Ahora, si yo te digo que hago yoga y voy al gimnasio todos los días, soy súper cool. Pero si te pones a rezar y te paras media hora en la iglesia, eres una retrógrada. No tiene absolutamente nada que ver. En Italia, por ejemplo, no hay tanto rechazo a la iglesia, puedes hacer lo que quieras. Aquí, sí, y me he dado cuenta de ello. Yo le dedico un tiempo diario a mi espíritu, al gimnasio, a comer sano y a divertirme también. Todo equilibradamente.

© JAVIER ALONSO

“Yo le dedico un tiempo diario a mi espíritu, al gimnasio, a comer sano y a divertirme también. Todo equilibradamente”.

-¿No tienes miedo a perder la fe de nuevo?

-No. No tengo miedo a nada. Tengo serenidad y convicción

-¿Qué les dirías a los jóvenes para que se conozcan un poco más ellos mismos y se acerquen a la iglesia, a Dios?

-Pues mira, que todo el mundo tiene su camino y su proceso. Que intenten dedicarse tiempo a si mismos, al silencio, a la oración y a escuchar su corazón. Que no teman a mirarse en el espejo y descubrir quienes son en realidad. Que hagan el bien y no miren a quien. Que no dejen nunca de amar y que crean en sí mismos. Todo lo que viene de Dios da paz, alegría y serenidad. ¡Ah! Y que todo lo que les produzca ansiedad que lo aparten de su vida.

Hace una pausa y añade: “Otra cosa que les diría a los jóvenes es que todo lo que siembran, les va a volver. Tarde o temprano, siempre. Que hagan el bien y no se cansen de amar. Yo he sido buena niña. Me he portado siempre bien con los compañeros de abajo, que están ahora arriba.

© TWITTER SALVAME

“Volver al cine no lo tengo pensado y a la televisión depende de si me surge algo”

-Tu conversión se produjo de una manera un poco abrupta por tu enfermedad, ¿no te dio miedo a mostrar luego en público todo?

-No, mi conversión fue tan fuerte e intensa que no me la podía quedar sólo para mí. Me habian propuesto en muchos medios de comunicación que lo contara de otra manera, por la popularidad que tenía en ese momento, pero yo sabía que tenia que hacerlo cuando fuese el momento y a mi manera. Estuve tres años negándome, no ya en el mundo de la farándula sino también en el católico. Cuando me animé a contarlo, no tenía miedo, sino ganas de compartir mi historia y ganas de hacer el bien. Sentí que ese era el momento y me sentía preparada. Una de las cosas más bonitas es cuando fui a  Sálvame Deluxe , donde me encontré con gente de mi vida anterior. Fueron los primeros sorprendidos. Me hizo mucha gracia, por ejemplo, encontrarme con Belén Esteban, a quien había conocido cuando su hija Julia tenía seis meses.

-Ahora que te dedicas a dar conferencias, cuando te encuentras casos como el tuyo, ¿cómo te sientes?

Al principio me afectaba muchísimo y he soltado muchas lágrimas, ahora lo que siento es una gran compasión. También he aprendido a poner una barrera, porque, si te involucras en todas las vidas de los demás, acabas cayendo también. Pero lo que siento es una empatía total, un amor inmenso y un “qué puedo hacer por ti”. Porque les entiendo. Cuando yo lo padecí, la gente no me entendía. Pensaban que era una inmadura y una superficial…

-¿En qué etapa estás ahora, Pilar? ¿Volverías a la televisión, al cine…?

-Mmm… volver al cine no lo tengo pensado y a la televisión depende de si me surge algo. Me ofrecen cosas y me encantaría volver De hecho, estoy estudiando Periodismo para tener un mayor campo de visión y ser mejor profesional.