ho4020 norma duval© VICTOR CUCART

Fotografiada en Mallorca, donde acaba de recibir un homenaje

Las confesiones de Norma Duval tras uno de los años más duros de su vida

Estuvo ingresada con neumonía bilateral, a causa del coronavirus, y en mayo perdió a su madre


13 de agosto de 2021 - 18:02 CEST

Norma Duval es una mujer muy fuerte. Parece como si la Naturaleza, además de darle una genética envidiable, la hubiera dotado con una energía sobrenatural. En otoño sufrió el coronavirus y estuvo ingresada ocho días con una neumonía bilateral, como ella misma nos desveló en su momento. Después de tener que lidiar con alguna secuela menor —como la pérdida momentánea de cabello—, de las que ya se ha recuperado, enseguida se restableció y, en cuanto pudo, regresó a su trabajo en televisión.

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Portada Hola 4020© Hola

La primavera llegó con nuevos retos profesionales para la actriz, que, artista total, se atreve con todo y, a sus sesenta y cinco años, está en plena forma. Pero también le tenía reservado un nuevo mazazo: el 23 de mayo fallecía su madre, Purificación Aguilera, con casi noventa años, de los que llevaba los últimos once consumida por el alzhéimer. Norma estaba destrozada. En esos momentos, revivió todo el dolor al que, hace diez años, se enfrentó con la pérdida de su hermana, Carla. Aunque la artista no pierde la sonrisa y admite que apenas ha tenido tiempo de vivir el duelo, debido a sus compromisos profesionales, reconoce que este ha sido uno de los años más duros de su vida.

Norma nos abre su corazón y nos recibe en su casa de Mallorca, donde disfruta de sus merecidas vacaciones y se repone de los difíciles momentos vividos. Junto a ella están sus tres hijos, sus sobrinas, su nieto y el que es su amor desde hace casi doce años, el empresario alemán Matthias Kühn.

© VICTOR CUCART
Norma posa, espléndida, en la zona de Alcudia, en Mallorca, donde la actriz tiene su casa y donde nos concede la primera entrevista desde que perdió a su madre.

Mallorquina de verano

A Norma Mallorca le da la vida porque esta isla, a la que llama ‘mi paraíso’, es su destino favorito en el mundo, hasta tal punto que acaba de recibir un merecido homenaje, el Premio Mallorquina de Verano, un reconocimiento que otorga el hotel Valparaíso, de Palma, y que en otras ediciones ha galardonado a Diandra Douglas, al exembajador de Estados Unidos James Costos, Fernando Romay y Kyril de Bulgaria, entre otros.

—Norma, ¿cómo estás?

—Bien, la verdad es que, ahora que estoy en Mallorca, feliz, con los míos, mis hijos; mis sobrinas Andrea y Paula; mi nieto, y con Matthias. Este ha sido un año muy duro porque se ha ido mi madre.

—¿Te quedas tranquila? Dijiste que estaba ya muy deteriorada.

—Tengo mucha paz porque no me he separado de ella y la he cuidado hasta el final. Y, sinceramente, no he tenido ni tiempo de vivir el duelo: el mismo día del entierro tuve que irme corriendo a grabar. Así es la vida.

© VICTOR CUCART
“Era una mujer moderna y adelantada a su tiempo. Quería sacarse el carnet de conducir y mi padre, como todo hombre de esa época, no la dejaba, así que tuvo que esperar a que yo fuera mayor de edad, que entonces era a los veintiún años, para poder sacarse el carnet conmigo”, recuerda la actriz de su madre.

“Creo que no sufrió”

—Aunque tu madre llevaba años enferma, nadie está preparado para perder a un ser querido...

—Cuando murió me quedé destrozada… A mi madre le debo muchísimo, me ayudó a que lograra mi sueño de ser artista, algo a lo que mi padre, como militar, se oponía. Ella, en cambio, fue la que me animó y me acompañó a todos los sitios para que lo consiguiese. Pero lo cierto es que era algo que esperaba, porque estaba ya en la última fase del alzhéimer. Afortunadamente, creo que no sufrió. Estaba tranquila, muy bien atendida, comía bien... Murió de una parada cardiorrespiratoria.

“Cuando murió me quedé destrozada… A mi madre le debo muchísimo, me ayudó a que lograra mi sueño de ser artista, algo a lo que mi padre se oponía”

—Justo diez años después de perder a Carla, ahora tu madre.

—Una madre es una madre y siento mucho su pérdida, pero no es lo mismo que se vaya una persona que ha tenido toda una vida a que se vaya alguien como mi hermana, Carla, que murió con cuarenta y seis años, con dos hijas pequeñas... Tenía toda la vida por delante y había luchado mucho. Eso es terrible.

© VICTOR CUCART
Norma en el club de golf de Alcanada, en Palma de Mallorca.

Demasiados recuerdos

—¿Crees que todavía no has superado la muerte de Carla?

—No, pero es que nunca la voy a superar. Es muy difícil.

—Y ahora que ni tus hijos ni tus sobrinas viven contigo, tu casa de Madrid se te hará inmensa. ¿Qué vas a hacer? ¿Piensas venderla?

—Ya no quiero esa casa, la voy a poner a la venta… Son demasiados recuerdos y es muy grande para mí sola.

“No he superado la muerte de mi hermana, Carla; nunca la voy a superar... Es muy difícil”

—¿Dónde te gustaría mudarte, a una casa más pequeña, quizá, en el centro de Madrid?

—Me voy a ir a vivir a mi casa de Segovia. La tengo desde hace diez años y no he podido casi disfrutarla. Así que creo que ha llegado el momento. Estoy a una hora de Madrid, porque está en la zona de Riaza, y es muy agradable porque tengo, además, unos vecinos estupendos.

—¿Dónde te quedarás cuando vayas a ver a tus hijos o por trabajo?

—Tengo un piso también en Madrid, así que cuando quiera ir a ver a mis hijos tengo casa.

© VICTOR CUCART
En el pueblo amurallado de Alcudia, “un bellezón de lugar”, asegura la artista.

—Matthias ha estado en todo momento a tu lado, ¿cómo estáis ahora?

—¡Estamos mejor que nunca! El mes que viene hacemos ya doce años juntos y tengo muchos planes con él. Voy a pasar largas temporadas con él en Suiza, porque tenemos una casa en Gstaad que es muy agradable, es una maravilla. Y vamos a viajar mucho también.

—¿Seguís con vuestros planes de boda?

—Claro que seguimos con la idea de casarnos, pero más adelante, ahora estamos los dos de luto. Fíjate, mi madre murió el veintitrés de mayo y la de Matthias, Renatta, dos meses antes, en febrero. Tenía un año menos que mi madre, ochenta y ocho.

“Ya no quiero mi casa de Madrid, la voy a poner a la venta… Son demasiados recuerdos y es muy grande para mí sola”

—¿Estaba enferma?

—No, la verdad es que había enfermado hacía unos meses del corazón y murió de lo mismo que mi madre, de una parada cardiorrespiratoria.

—¿Cómo vas a recordar a tu madre?

Como una mujer muy moderna, adelantada a su época. Nosotros vivíamos en Barcelona, en la zona de Pedralbes, porque mi padre era militar y estaba destinado allí. En esa época, estaba lejos de Barcelona y mi madre quería sacarse el carnet de conducir y mi padre, como todo hombre de esa época, no la dejaba. Tuvo que esperar a que yo fuera mayor de edad, que entonces era a los veintiún años, para poder sacarse el carnet conmigo.

© EUROPA PRESS
© EUROPA PRESS
Arriba, Norma tras recibir el Premio Mallorquina de Verano, galardón que fue creado por el director del hotel Valparaíso Palace, Tommy Ferragut, y que representa la palmera de cristal de Gordiola, que la actriz sostiene en sus manos, junto a sus hijos Marc y Christian; la novia de este último; sus sobrinas, Andrea (a la izquierda) y Paula, esta con su novio, Guillermo, y Matthias Kühn, con el que vemos de nuevo a la artista en la imagen de abajo.

—¿Y conducía?

—¡Claro! Y ha conducido toda su vida. El Mercedes que llevo yo ahora es el suyo, se lo compró poco antes de caer enferma.

Norma está exultante. No para de recibir llamadas tras ser distinguida con  el Premio Mallorquina de Verano  por su fidelidad y promoción de la isla durante más de sesenta años. El galardón, que fue creado por el director del hotel Valparaíso Palace y relaciones públicas, Tommy Ferragut, le fue entregado a la actriz durante una gala-cena que, como cada año, se celebró en la terraza de la mítica suite 702. Allí, la supervedette, rodeada de su familia y de su pareja, Matthias Kühn, recibió la palmera de cristal de Gordiola y el ‘kit de mallorquinidad’: una cesta llena de productos locales, desde sobrasada y vinos Do Pla i Llevant a la Flor de Sal d’Es Trenc y la tela de lenguas.

—¿Cómo has recibido esta distinción?

—Con mucha ilusión. Soy admiradora de los mallorquines y de Mallorca. Soy mallorquina de corazón y, como dije el día de la entrega, es que tengo mi amor aquí.

© VICTOR CUCART

“Veíamos amanecer desde el barco”

—Pero antes de conocer a Matthias ya adorabas Mallorca, ¿de dónde viene tu pasión por esta tierra?

Mi arraigo a Mallorca viene por mi madre. De soltera, trabajaba en la consulta de un médico que trataba con niños con discapacidad, en Barcelona, y en verano, el médico se trasladaba a Mallorca y también su consulta, así que mi madre trabajaba también en verano allí. Cuando se casó y nos tuvo a mi hermano y a mi, seguimos viniendo. Recuerdo ver los amaneceres cuando llegábamos en el barco de la Transmediterránea desde Barcelona, después de navegar toda la noche. Desde bien chiquititos, mis padres nos llevaban a mi hermano y a mí, que nos llevamos dieciocho meses. Carla no había nacido todavía, ella ya nació en Madrid. Nos quedábamos en una finca que se llama ‘Can Patita’, porque mis padres eran amigos de los señores que la cuidaban. Tengo unos recuerdos maravillosos desde niña, porque yo vengo a Mallorca desde que nací, igual que mis hijos, mis sobrinas y mi nieto, Izan.

—¿Cómo está tu nieto?

—¡Ay, mi nieto! Es mi medicina, con él se me pasa todo… Está para comérselo y ahora, aquí, en Mallorca voy a poder disfrutar más de él.

“Matthias y yo estamos mejor que nunca. Seguimos con la idea de casarnos, pero ahora estamos los dos de luto: su madre, Renatta, también murió, en febrero, a los ochenta y ocho años”

—Norma, esta primavera nos sorprendiste a todos cuando nos confirmaste que ibas a participar en la segunda temporada de  El desafío . ¿Cómo ha sido la experiencia?

—Acabo de terminar las grabaciones y ha sido una experiencia maravillosa, muy divertida, con gente más joven... Yo era la más mayor y la verdad es que ha sido un reto para mí misma. Creo que estoy en perfecta forma física.

—¿Y después de las vacaciones? ¿Qué proyectos tienes?

—Tengo un contrato para hacer el catálogo de una empresa aquí en Mallorca, sigo colaborando con Cristina Fernández en Televisión Española y con mis publicidades. Justo ahora, hago dieciocho años con Punt Roma, firma de la que soy imagen. Los considero ya parte de la familia, porque siempre se han portado muy bien conmigo, si hasta me dejaron su avión privado para llevar a Carla a Alemania y también llevamos a María Pineda cuando estaba malita. ¡Qué pena! Pero no hablemos más de cosas tristes.

© VICTOR CUCART

—Pues cuéntanos algo que te dé alegría.

—Me acaban de hacer una propuesta y he dicho que sí. Está relacionado con el mundo del teatro, es algo muy especial. Cuando me ha llamado Enrique Cornejo le he dicho: “Mándame el guion”.

—¿Significa que vas a volver al teatro?

—Lo único que puedo decir es que hasta ahí puedo leer (risas).

TEXTOSILVIA CASTILLO
FOTOGRAFÍAVÍCTOR CUCART
ESTILISMOMARÍA PARRA
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAJAVIER REYES
LOOK 1. VESTIDOIBIZA VINTAGE/ZAPATOS: CLOOUI
LOOK 2 Y LOOK 3. VESTIDOSSONIA PEÑA

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