Este verano está siendo muy importante y significativo para doña Cristina. Después de tres años sin poder pasar las vacaciones al lado de su marido a causa de su ingreso en prisión, la Infanta y sus hijos por fin pueden disfrutar de las semanas de asueto en compañía de Iñaki Urdangarin. Tal y como publicaba ¡HOLA! junto a unas imágenes exclusivas, la familia pasa unos días de diversión, descanso y desconexión en Bidart, donde han recibido otra gran alegría: la visita de la infanta Elena. Según informa El diario vasco, las dos hermanas del rey Felipe llegaron el miércoles juntas a la playa de esta localidad francesa situada en el cantón de San Juan de Luz, a pocos kilómetros de Irún, que se ha convertido en el refugio estival de los Urdangarin.
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Doña Cristina bajó a la playa con pantalón corto azul, camisa sin mangas turquesa y un sombrero prácticamente igual al que llevaba su hermana mayor, quien lucía bermudas beige y camisa blanca abotonada. Al llegar a la playa ambas se colocaron cerca del agua para tomar el sol y sentir la brisa marina. La infanta Cristina se sentó sobre una toalla azul y apostó por un bañador negro para esta jornada playera mientas que doña Elena se tumbó en una toalla rosa con la parte de arriba de un biquini azul. Las dos llevaban además el pelo recogido y gafas de sol. En las imágenes publicadas por el citado medio se puede ver a las Infantas charlando animadamente muy cerca de Iñaki y otros miembros de la familia, quienes se metieron al mar para refrescarse e hicieron deportes acuáticos en este rincón del Atlántico en el que Claire Liebaert, madre de Urdangarin, tiene una casa.
Durante las vacaciones familiares a las que ahora se ha sumado doña Elena, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se han mostrado tan unidos como siempre, visiblemente ilusionados por volver a recuperar su vida y encantados de pasar tiempo juntos al lado de sus cuatro hijos, que ya han iniciado caminos diferentes. Juan, que en septiembre cumplirá 22 años ha terminado la carrera: Pablo Nicolás, que en diciembre soplará 21 velas, sigue los pasos de su padre en el mundo del balonmano a la vez que estudia Ingeniería Ambiental en Barcelona; Miguel, que tiene 19 años y es el ahijado de don Felipe, tiene su residencia fijada en Londres y está matriculado en Ciencias del Mar. La pequeña de la familia, Irene, sigue viviendo en Ginebra con su madre y, tal y como ha quedado demostrado en las vacaciones, siente debilidad por su padre y viceversa.
El inicio de una nueva etapa
La normalidad va regresando poco a poco a la familia tras una etapa complicada marcada por el ingreso en la prisión de Brieva de Iñaki. Aquel 18 de junio de 2018 marcó un punto y aparte para él y también para doña Cristina, pero esta experiencia ha demostrado que "su relación sigue siendo indestructible" tal y como contaban a ¡HOLA! fuentes cercanas al matrimonio, que lleva ya 23 años (se casaron en octubre de 1997 en Barcelona). A comienzos de 2020 a Urdangarin le fue concedido el tercer grado penitenciario. Actualmente vive en régimen de semilibertad en Vitoria, la ciudad de su infancia; trabaja como asesor en Imaz & Asociados, un despacho de abogados; cuenta con permiso judicial para viajar al extranjero, y empieza a recuperar su vida y sus costumbres.