Hace unos días veíamos a Lady Gaga resurgir cual Ave Fénix en Nueva York. Y no lo decimos solo por su ajustado vestido negro con plumas abriéndose haciendo efecto alas de ángel, sino porque la reina del exceso y los looks imposibles ha vuelto a su origen.
Aunque su imagen siempre se ha movido entre los diseños alternativos y la alta costura, la pandemia también había influido en su vestidor, donde se había instalado desde hace más de un año la ropa cómoda e informal. Los veintitrés centímetros de sus botines solo aptos para valientes demuestran que vuelve a estar en plena forma. No es la primera vez, ni será la ultima, que Lady Gaga se calza unos tacones extremos, de hecho, son una tónica habitual en ella, y muchos de los icónicos modelos que ha llevado a lo largo de estos años, son hoy piezas de museo.
Recordamos por ejemplo en la era The Fame, unas botas acordonadas de las que no se separaba, los rompedores e imposibles zapatos de Peter Popps. The Cube, que subió durante las sesiones fotográficas de Inez & Vinoodh para su álbum Artpop; las ‘zapatillas de ballet’ con las que aparecía en su último videoclip de la era Born This Way, llamado Marry The Night, con nada más y nada menos que 45 centímetros de altura, diseño del japonés Noritaka Tatehana, cuyas creaciones están entre sus favoritas. Hoy, los Lady Pointe se encuentran expuestos en el Fashion Institute Of Technology de Nueva York. E inolvidables son las creaciones de Alexander McQueen, del que la artista era gran amiga, y que marcaron un antes y un después en el mundo de la moda. Véase los tacones ‘armadillo’ que llevó en su vídeo Bad Romance y que luego lució en varias ocasiones –tenía tres modelos, regalo de su prometido de entonces–, como en los premios MTV de 2010, donde rindió homenaje al diseñador.
En los MTV Video Music de 2010, Lady Gaga dejó boquiabierto al mundo con su modelo de carne, pero si bien fue su look más impactante, no el único, por supuesto. A lo largo de los años se ha superado a sí misma convirtiéndose en un icono
Ese mismo año, en los MTV Video Music, fue donde Lady Gaga dejó boquiabierto al mundo con su modelo de carne (incluidas botas y un filete en la cabeza a modo de adorno), pero si bien fue la más impactante, no la única, por supuesto. Y a lo largo de los años se ha superado a sí misma convirtiéndose en un icono. Recordado también el look de los MTV de 2009, un vestido de encaje rojo transparente que le cubría hasta la cara y que terminaba en una puntiaguda corona; o el modelo con el que se presentó ante la reina Isabel II. La excéntrica cantante tuvo la oportunidad de conocer a la soberana en 2009, antes de actuar en la gala Royal Variety Performance, en Blackpool, y logró sacarle una enorme sonrisa al saludarla con una gran reverencia fuera de lo común vestida con un traje de látex rojo que emulaba a los vestidos de las cortesanas.
Durante una gira por Alemania, se presentó en una entrevista con un abrigo cubierto de peluches de la rana Gustavo, de los Teleñecos, con uno de ellos como tocado; en los Brits Awards de Londres rindió homenaje a María Antonieta con una gran peluca y un vestido a tres capas blanco; actuó con un vestido que mecánicamente iba cambiando de forma; en los Grammy de 2010 fue su indumentaria espacial la que llamó la atención. Aunque para momentos locos, al año siguiente en la misma ceremonia, cuando apareció metida en un huevo. Después de eso, el look fue lo de menos. En los premios Bambi de 2011 se convirtió en una Ninfa dorada. Otra de sus grandes apariciones tuvo lugar en la alfombra roja de los American Music Awards 2013. Su vestido en color lila de Versace era bastante bonito (y discreto), pero el accesorio –un caballo mecánico en el que llegó subida– dejo sin habla a los presentes.
También se fue notando un cambio en su estilo y por ejemplo, en la alfombra roja de los Oscar 2014 nos sorprendió para bien con un escultural Versace en rosa palo y plata, con fular al cuello a modo de capa. También convenció con el diseño de escamas metalizadas de Brandon Maxwell combinado con un collar con esmeralda que eligió para los Grammy 2015; o el vestido capa blanco de Valentino con estrellas glitter que llevó en los Kennedy Center Honors (eso sí, mintiendo su esencia con las cejas de cristales).
Sencilla, elegante, sofisticada... No eran los adjetivos que se solían asociar a un estilismo de Lady Gaga, pero en la gala de los Emmy 2015 acaparó todos los flashes con su vestido asimétrico en negro de Brandon Maxwell Primavera 2016. Su cambio radical siguió sorprendiéndonos en la gala de los Globos de Oro 2016 y en los Oscar de ese mismo año con un mono con falda sobrepuesta también de Brandon Maxwell.
La cantante sin embargo, no ha perdido su faceta extrema y desde hace años, la ‘Mother Monster’ como la llaman sus fans, ofrece una de cal y una de arena.