A pesar de que continúa sus estudios de cocina a lo largo del verano, Tamara Falcó no falla a su fe. De hecho, el pasado miércoles 28 de julio, se desplazó a Burgos para participar en la novena edición de “Diálogos en la catedral para la concordia”, donde habló del papel de la mujer en la Iglesia. “La virgen María resultó ser mi referente. Fue ella quien me llevó a Jesús. La madre de Cristo vino a cambiarlo todo”, manifestó durante su intervención en la emblemática catedral de Burgos. “Yo creía en Dios, pero no conocía a Jesús, solo su figura histórica”, explicó sobre la conversión que experimentó hace cerca de una década, antes de añadir con gracia: “Recuerdo que mi padre —el fallecido marqués de Griñón— se comenzó a preocupar por la manera en la que me escaqueaba para leer la Biblia”. Terminada la conferencia, Tamara habló también sobre sus planes de futuro con Íñigo Onieva , con el que celebrará un año de relación en septiembre.
—La fe te ha cambiado la vida.
—Me ha cambiado todo. Iba sin rumbo y era infeliz. No sabía cuál era el propósito de estar aquí.
—¿Te ves formando una familia?
—Ahora que estoy ennoviada y muy ilusionada, claro (ríe).
—Entendemos que te casarías por la Iglesia y que Íñigo comparte esta creencia.
—Sí, la comparte. Él hace un esfuerzo, porque yo soy una conversa de fuego y, a veces, le cuesta. Hace un esfuerzo porque sabe que para mí es muy importante. La Iglesia insiste en el tiempo del noviazgo y en conocer bien a la persona. Todavía no hemos hecho ni un año juntos.
—Pero ¿cabe la posibilidad de boda?
—Claro, pero poco a poco. Se tarda mucho en conocer a una persona.
—¿Y ser madre?
—Me encantaría. Soy superniñera. Tengo unos sobrinos y una ahijada maravillosos.
—Esther Doña va a sacar un libro con las Memorias de tu padre, ¿lo leerás?
–Lo he visto por redes. El título me ha parecido muy bonito. Creo que dice mucho de ella que recuerde a mi padre de esa forma. Tampoco leo mucho… No sé si… El gesto me parece bonito. Papi la quería un montón y me alegro de que hable con tanto cariño. Lo que queda es el amor.