El Mediterráneo se ha convertido en el centro neurálgico del chisme chic de este verano. Si Jennifer López ha hecho de las tranquilas aguas mediterráneas el marco perfecto para presumir ante el mundo de su reencuentro romántico con Ben Affleck, diecisiete años después de su ruptura, su ex, Alex Rodríguez , el jugador de béisbol que cuenta, entre sus conquistas, a Madonna, Kate Hudson, Demi Moore o Cameron Díaz, ha seguido la misma ruta por la Costa Azul para disfrutar de la dolce vita.
Tras el anuncio de su ruptura, ni J.Lo ni A.Rod —planearon este mismo viaje que ahora hacen cada uno por su lado, en enero— han pronunciado una mala palabra el uno del otro. El final de su relación parece haber sido amistoso y relajado. Estos días, hemos visto a Jennifer López navegando, junto a Ben Affleck, en un soberbio yate, el ‘Valerie’, una embarcación de lujo, valorada en 130 millones de dólares, y con medidas de escándalo: 85 metros de eslora y nueve camarotes de lujo para los 17 huéspedes que pueden navegar en él con todas las comodidades, gracias a los 27 tripulantes que se desviven por hacer su estancia inolvidable. Este yate se construyó en 2011 para los más exigentes del planeta: helipuerto, piscina climatizada, zona de chill out, salón de belleza, spa y un largo etcétera de lujos que, con toda seguridad, han convertido en mágicos los días de navegación de la cantante —quien cumplió, el pasado 24 de julio, cincuenta y dos años a bordo— y Ben Affleck. La pareja más sorprendente de este verano —ni los más románticos hubieran augurado esta ‘segunda temporada’ del ‘Bennifer’, cargada de miel—, además de en Saint-Tropez, han hecho escala, entre otros destinos, en Mónaco, Portofino, Positano y Capri.
El ‘Ocean paradise’, la respuesta
Frente a este ‘poderío’, A.Rod no se iba a amilanar. El exdeportista y hombre que tenía todas las papeletas para convertirse en el cuarto marido de la ‘diva del Bronx’ se tomó con deportividad su ruptura, pero también sacó a relucir su espíritu competitivo… y alquiló otro yate y navegó por las mismas aguas que Jennifer López, y en los mismos días. En su caso, el ‘Ocean Paradise’, una embarcación de tres pisos que cuenta con tobogán gigante para lanzarse a las tranquilas aguas mediterráneas, apto para 12 huéspedes (ojo al dato, cinco menos que el de Jennifer), atendido por una tripulación de 12 miembros (nuevo ojo al dato: quince menos que en el ‘Valerie’) y con seis camarotes de ensueño (tres menos).
El final del verano llegó…
Tres días después del cumpleaños de Jennifer López, cumplió años Alex Rodríguez (cuarenta y seis). No ha trascendido qué regalos recibió el exjugador de béisbol, pero sí el que Ben Affleck, un romántico empedernido, le dio a su novia: un fabuloso collar personalizado , diseñado por él mismo y valorado en 45.000 dólares, que simboliza su amor ‘salvaje e indómito’, como explicó Beth Bugdaycay, la directora creativa de Foundrae, pero también su capacidad de ‘cambio y crecimiento’.
A lo largo de una semana, hemos asistido a la ‘guerra de los ex’, sin palabras, a golpe de navegación, desembarcos en puertos emblemáticos, visita a tiendas de lujo y nuevos destinos. Al final de su recorrido por el Mediterráneo, J.Lo despidió agradecida a la tripulación de su mastodóntico yate, en Saint-Tropez, y regresó a Estados Unidos en un no menos colosal jet, un Bombardier Global 7500, alquilado por Ben Affleck para estas vacaciones, al parecer, por 200.000 dólares.
Por su parte, Alex Rodríguez recaló en Ibiza . Aunque en un principio se pensó que se trataba de un viaje de solteros (capitaneado por él y por su sobrino y mano derecha, Nick Silva), sus imágenes, cariñosas y cómplices, junto a la periodista de la NFL Melanie Collins han dado mucho de qué hablar, aunque hay quien asegura que no son más que amigos… muy amigos. Él dispuso de su jet privado, un Gulfstream IV, personalizado con su logo, ‘A-Rod’, que estrenó en 2018. J.Lo y A.Rod, juntos o separados, llevan la dolce vita allá donde vayan.
Alex Rodríguez se tomó con deportividad su ruptura, pero también sacó a relucir su espíritu competitivo… y alquiló otro yate y navegó por las mismas aguas que Jennifer López, y en los mismos días. En su caso, el ‘Ocean Paradise’, una embarcación de tres pisos, que cuenta con seis lujosos camarotes y un tobogán gigante.
Las imágenes cómplices del exjugador de béisbol, que ha celebrado su cuarenta y seis cumpleaños en Ibiza, junto a la periodista de la NFL Melanie Collins han dado mucho de qué hablar. Volvió a casa en su jet privado, que compró en 2018 y está personalizado con su logo, ‘A-Rod’.