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El menorquín Joan Cardona acaba de ganar la novena medalla de los Juegos de Tokio para España: un bronce "que sabe a oro". Más aún teniendo en cuenta que es la primera vez que sube al podio olímpico y que, a pesar de su juventud (tiene 23 años), es probable que también sea la última. Independientemente de lo que ocurra en el futuro, Cardona se siente más que satisfecho: "Llevaba soñando con esto toda mi vida", ha comentado feliz al terminar la competición. "Es una sensación única".
¿Por qué es probable que sea su última medalla olímpica?
Joan tenía que ir en Tokio a por todas. Era consciente y así lo ha hecho. El motivo es que la clase en la que compite, el Finn de vela, ya no tendrá cabida en los Juegos de París 2024. Así lo ha decidido el COI (Comité Olímpico Internacional), lo que es un duro varapalo para este deportista que, como él mismo ha confesado, ha renunciado a muchas cosas para dedicarse profesionalmente a esto. Lleva años entrenando en estas embarcaciones y cambiar ahora a otra no es tan fácil.
© Getty ImagesEn la competición del Finn lo que prima es la técnica, dejando la ligereza en un segundo plano. Es, por tanto, el barco ideal para Cardona, que mide 1,85 metros y pesa 101 kilos. Intentará pasar al Laser, en el que dio sus primeros pasos, pero su complexión física se lo pone difícil, puesto que aquí sí que cobra mucha mayor importancia el peso ligero.
Se lo ha propuesto y lo ha conseguido en una final de infarto. Cuando parecía que todo estaba perdido, la templanza que le caracteriza le llevó a situarse en sexta posición en los últimos minutos. Una vez ahí, supo que lo lograría, que subiría al podio. "Cuanta más presión tenga, más rindo", comentaba después.
© Getty ImagesNada más terminar la carrera, dos de sus compañeros del equipo español de vela, Joel Rodríguez y Jordi Xammar, se lanzaban al agua de alegría para celebrar con él su medalla. Ellos, eufóricos; Cardona, con una alegría contenida. "Siempre he tenido muy claro que quería hacer esto en mi vida y no me veía de otra forma", dice en unas declaraciones recogidas por Marca. "Si la clase Finn siguiese podría haber sacado muchas medallas, incluso un oro, pero es lo que toca". Confiesa que ha "dejado muchas cosas de lado para que este día llegara" y, aunque su futuro profesional ahora mismo es incierto, ese día ha llegado y la medalla ya quedará en su trayectoria para siempre: "Estoy muy contento de que ese sueño se haya hecho realidad".
