Ana Obregón ha cumplido una de las cosas que tenía pendiente antes de que su hijo Aless falleciera. La actriz se encuentra disfrutando de unos días de turismo en Roma junto a su amiga Susana Uribarri, la responsable de que saliera de casa después de más de quince meses de duelo. Ana no ha dejado de compartir todos los sitios que ha visitado y alguna de las actividades que ha realizado como posar frente a la Fontana Di Trevi o tomarse un tradicional capuccino en las antiguas calles de la capital italiana. Este lunes ha realizado una de las visitas más emotivas para ella y lo ha hecho en el Palazzo Torlonia, una casa unifamiliar del siglo XVI que pertenece a la familia del padre de su hijo. "Esta mañana he estado en tu lugar favorito de Roma: la casa de la maravillosa familia de Alessandro Lecquio", escribía la presentadora.
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De riguroso negro, posaba en uno de los patios de la residencia renacentista, con una tímida sonrisa y unas enormes gafas de sol que ocultaban parte de su rostro. La actriz ha querido dedicar esta visita a su hijo y lo hacía con unas bonitas palabras que ha compartido con sus seguidores y amigos. "Demasiados recuerdos tuyos correteando por este maravilloso patio situado en este histórico Palazzo", explicaba, a lo que añadía más detalles sobre las estancias y experiencias que han vivido en el lugar. "Tus navidades con la "nonna", mi adorada Sandra, y tantos momentos que de golpe se amontonan como si el alma de estos rincones volvieran a latir de nuevo", recordaba Ana, muy melancólica, mencionando a la madre de Alessandro Lecquio, en el sitio que significó tanto para ellos y, aunque en la actualidad se encuentra deshabitado, los recuerdos vuelven a estar más presentes que nunca su mente.
Ana lucía fantástica con un vestido negro, largo hasta los tobillos y con un escote barco de volantes que complementaba con un cinturón de gran hebilla dorada en su cintura. Unas cómodas deportivas, para soportar con facilidad los largos paseos por las calurosas y empedradas calles de la Ciudad Eterna, y un bolso Chanel Deauville de color negro, completaban su look. A pesar de que algunos recuerdos siguen atormentando la mente de Ana, este viaje está significando un punto de inflexión ya que ha vuelto a recuperar sus ganas y su fuerza por seguir adelante. Su gran amiga Susana Uribarri, que ha conseguido que la actriz vuelva a sonreír, ha compartido numerosas imágenes en las que ambas aparecen muy felices y contentas.
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"Calor, risas, complicidad y más de 10 kilómetros recorridos como 2 turistas más. Hoy puedo aseguraros que me iré a la cama muy feliz", aseguraba Susana junto a una fotografía de las dos amigas durante uno de sus largos paseos por Roma. Ella misma escribía que la actriz había conseguido recuperar la sonrisa después de un año, el peor de toda su vida. "Ojalá este verano sea el principio de que te recuperemos amiga, qué gran paso has dado. Aless estuvo muy presente en nuestras conversaciones pero tus ojos, Anita, desprendían una luz mágica cada vez que recordabas rincones de Roma que disfrutasteis juntos", indicaba, asegurando que para Ana, su hijo sigue estando presente en cada una de sus acciones.
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