Tal y como avanzó ¡HOLA! hace semanas, tras su separación de Bertín Osborne, Fabiola Martínez ha comenzado una nueva vida, dejando atrás la residencia que compartió con el presentador, y mudándose a un nuevo hogar: un amplio piso ubicado en el madrileño Paseo de la Castellana y que se adapta a las necesidades de sus hijos. Lo que nadie se imaginaba es que el inmueble es propiedad de su buen amigo Carlos Sobera.
Aunque algunos medios aseguraban que la expareja de Bertín Osborne era conocedora de este dato, descubrimos, en exclusiva, qué hay de cierto en esta información.
Para ello nos hemos puesto en contacto con el propio Carlos, que ha disfrutado de unos días de vacaciones con su esposa Patricia y su hija en Cádiz. “Me pillas en la playa con mi familia, pero hoy mismo cojo un avión para Alicante, porque estoy de gira con la obra teatral Asesinos somos todos. Mi mujer y mi hija se quedan aquí hasta que vuelva. Es que no paro…”, nos confiesa. Aun así, ha encontrado un hueco para atendernos y contarnos cuál es su verdadera relación con Fabiola.
-¿Cómo se enteraron Fabiola y Bertín de que alquilabas el piso?
-Vieron el anuncio en una inmobiliaria y les gustó el inmueble. Pero ellos no tenían ni idea de que yo soy el propietario, se enteraron después.
-Menuda sorpresa.
-Pues sí, para ellos y para mí.
-¿Tenéis amistad?
-Claro, tanto con Fabiola como con Bertín. Además, colaboro con su Fundación. Están haciendo una labor extraordinaria.
-Se ha dicho que les cobras siete mil euros mensuales por el alquiler.
-Eso es falso, el alquiler es mucho más bajo, pero entenderás que no te quiera desvelar la cantidad.
-¿Es un piso preparado para las necesidades de su hijo Kike?
-Perfectamente. No tendrá el menor problema para moverse ahí. Es un piso muy grande y cómodo para vivir.
-¿Compraste la propiedad con la idea de invertir?
-No exactamente. En principio, íbamos a instalarnos en ese piso, pero luego preferimos irnos a un chalet. Por eso lo puse en alquiler. Me gusta la zona porque está muy cerca del Estadio Santiago Bernabéu. Cuando acaben las obras del campo, que creo que van para largo, ya veremos si acabamos yéndonos al piso.
-Patricia y tú lleváis juntos desde el 2004…
-Y nos queremos igual o más que el primer día que nos conocimos. Somos muy felices y tenemos una hija maravillosa, Natalia, que ya tiene trece años.
-Y que le gusta la profesión de su padre.
-Es una niña muy inteligente y tiene madera de actriz. Ojalá que en el futuro se dedique a esto, porque lo haría muy bien.
-¿La subirías contigo a un escenario como hizo Isabel Pantoja con Paquirrín?
-Ja, ja, ja… Cuando la Pantoja subió a Kiko y después a su hija Isa a un escenario eran mucho más pequeños que Natalia.
-¿A tu mujer le molesta que algunas concursantes de tu programa First Dates se te insinúen?
-Ni lo tiene en cuenta, porque son más muestras de cariño que insinuaciones.
-Además, siempre has presumido de ser un hombre muy fiel.
-Lo soy, jamás le he sido infiel a mi pareja. Pero, sí, es verdad que algunas me tiran los tejos en el programa (se ríe). Me lo tomo a broma. Mira, las más jóvenes se insinúan al camarero Matías, a mí, las que son de mi edad. Y a estas alturas de la vida, ya no hay peligro...
-¿Nunca has sufrido la tentación de flirtear con otra?
-El amor es muy traicionero y a lo mejor caes en esa tentación…
-No te veo en esa tesitura.
-Ni yo, ja, ja, ja. Mi esposa es una joya en todos los sentidos.
Carlos se encuentra en un gran momento profesional. A las funciones de teatro se suman trabajos publicitarios y la presentación de programas como el mismo First Dates y Volverte a ver. Seguirá en la próxima edición de Supervivientes , pero no continuará en El precio justo, pues su alto presupuesto parece dificultar la continuidad de la producción.