Durante su romántica escapada a la Costa Brava, la primera que pudieron disfrutar en mucho tiempo, Rocío Carrasco y Fidel Albiac no sólo se dieron su primer chapuzón del año en el mar y surcaron las aguas del Mediterráneo en un imponente yate. Ambos también realizaron planes culturales. En la tarde del sábado 24 de julio, se desplazaron de la localidad gerundense de Sant Feliu de Guíxols a Calella de Palafrugell, a menos de media hora en coche, para asistir al concierto de Raphael que ofrecía dentro del Festival Cap Roig.
Fue un recital muy especial del cantante de Linares por muchas razones. Por un lado, era una de las fechas con las que el artista celebra sus sesenta años sobre los escenarios. Pero, en el caso de Rocío Carrasco, fue una noche todavía más emotiva por la gran amistad de su madre, Rocío Jurado, con Raphael. De ahí que a la mujer de Fidel Albiac se le volvieran una infinidad de recuerdos a lo largo del concierto.
Sentada en otra fila distinta a la de su marido, pero acompañada de una amiga íntima, Rocío Carrasco vibró con la magnífica velada del cantante andaluz, que rescató prácticamente todos sus éxitos. No faltaron Mi gran noche, Yo soy aquel, Qué sabe nadie, Ave Fénix o Escándalo. Pero, a lo largo de sus más de dos horas y media de concierto, Raphael también incluyó varios temas de otros grandes intérpretes de la música en castellano, como la de Vivir así es morir de amor; Resistiré, del Dúo Dinámico; Frente a frente, de Jeanette; o Me olvidé de vivir, de Julio Iglesias.
Aunque estas versiones le harían revivir numerosas anécdotas –las de todos estos artistas con su madre–, los sentimientos de Carrasco se pusieron a flor de piel en la recta final de la noche. Concretamente, cuando Raphael interpretó Se nos rompió el amor y Como yo te amo, dos de los mayores éxitos de Rocío Jurado. Fueron momentos que Carrasco pudo vivir en la intimidad, ya que pasó totalmente desapercibido entre las miradas más indiscretas y eso que el recinto estaba completamente lleno –las localidades se habían agotado hacía tiempo–.
Terminado el concierto, Rocío y Fidel regresaron a Sant Feliu de Guíxols, donde partieron al día siguiente con destino para Madrid. Sin embargo, ese domingo 24, realizaron una parada en Barcelona para disfrutar de otra cita en los escenarios: la de la función Desmontando a Séneca, el espectáculo teatral de Jorge Javier Vázquez, que ese mismo día cumplía cincuenta y un años. El matrimonio sorprendió al presentador, con quien han forjado una estrecha amistad en las últimas semanas. Los tres estrecharon lazos desde que Jorge Javier condujo algunas galas del docu reality de Rocío y, aún más, cuando ella empezó a colaborar en Sálvame a principios de julio, donde ahora tiene una sección propia.
Finalizada la función, Carrasco pudo sentir el calor del público en Barcelona. Numerosos espontáneos se concentraron a las puertas del citado teatro y brindaron aplausos y vítores –le exclamaron “valiente” y otras palabras de ánimo– en señal de apoyo a la hija de la cantante. De esta forma, Rocío recibió una última recarga de energías antes de retomar su vuelta a Madrid con Fidel Albiac ese mismo domingo.