La primera gran boda que la familia Hohenlohe celebró en España tuvo lugar hace cien años. El príncipe alemán Max von und zu Hohenlohe-Langenburg recaló en nuestro país tras conocer en Viena a Piedita Iturbe, marquesa de Belvís de las Navas. Él, político y empresario, era heredero de una de las dinastías principescas más ricas y poderosas de Europa. Ella, la última aristócrata española con influencia internacional: se puso de largo en Buckingham Palace y fue retratada por grandes artistas como László o Madrazo. Su enlace fue el mayor acontecimiento social de ese año. El matrimonio formaba parte de la corte de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. De hecho, el monarca apadrinó al segundo de sus seis hijos, Alfonso de Hohenlohe, el conocido promotor de Marbella.
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El pasado sábado 24 de julio, un siglo después, Marco Juncadella Hohenlohe, su bisnieto, dio el ‘sí, quiero’ a su prometida, Lucía Bárcena, en una celebración que, en esta ocasión, unió a la más alta aristocracia con una élite desconocida en los años de la belle époque: la de las redes sociales. La novia es influencer y acumula cerca de 400.000 seguidores en Instagram. El novio es jinete, se dedica al marketing digital y también triunfa en el universo digital con más de 12.000 seguidores. Los contrayentes eligieron uno de los lugares más instagrameables de España para festejar su unión: el histórico Pazo de Oca, ubicado en A Estrada (Pontevedra). La mezcla perfecta de tradición y modernidad.
La novia deslumbró con un vestido de inspiración victoriana, de Jorge Acuña, y unos espectaculares pendientes de diamantes y perlas australianas, de Suárez
Poco antes de las cuatro y media de la tarde, el novio, hijo del empresario José María Juncadella y la princesa Cristina de Hohenlohe, hizo el paseíllo hacia el altar del brazo de su madre, una elegante madrina vestida de Lorenzo Caprile, con peineta y mantilla. Minutos después, fue el momento de la novia, quien entraba del brazo de su padre, el abogado Ramón Bárcena. Lucía deslumbró con un vestido de estilo victoriano firmado por Jorge Acuña. Se trataba de un sencillo diseño satinado, con cuello alto y manga larga, que la joven aderezó con unos pendientes de oro blanco, diamantes y perlas australianas, diseñados a medida, de Suárez. La novia llevó un bouquet de peonías y ramas de olivo. Su romántico look encajaba a la perfección con el escenario nupcial.
La ceremonia religiosa fue muy emotiva. Uno de los momentos más especiales fue cuando la cantante Lara Alcázar interpretó Hallelujah, de Leonard Cohen. Después sonó el Himno de España. Tras el ‘sí, quiero’ y una vez finalizada la Misa, los novios fueron arropados por muchos de sus amigos, quienes siguieron el transcurso del sacramento desde el exterior. A la lluvia de arroz se unió la lluvia de flashes. Entre las invitadas figuraban algunas de las influencers más importantes del país. A la cabeza, María Pombo, con más de dos millones de seguidores, seguida por su hermana Marta Pombo, así como por otras prescriptoras, como María Fernández-Rubíes, María Turiel o Lucía Vidaurreta.
Entre los invitados se encontraban ‘influencers’ como María Pombo o María Fernández-Rubíes, buenas amigas de la novia
Lucía Bárcena y Marco Juncadella abandonaron el templo a bordo de un Porsche de época familiar. El padre del novio, José María Juncadella, integrante de la burguesía catalana e hijo de Mercedes Salisachs, premio planeta, fue un importante corredor de coches en los años 70 e incluso logró proclamarse campeón de España en dos ocasiones. El enlace fue muy familiar. Entre los invitados, relevantes miembros de la familia Hohenlohe, como la princesa María de Hohenlohe, tía del novio; Pablo y Flavia de Hohenlohe, tíos segundos de Marco, o Luis y Javier Martínez de Irujo, primos del contrayente. El primero, duque de Aliaga, asistió junto a su mujer, Adriana Marín. El segundo, marqués de Almenara, lo hizo junto a su esposa, Inés Domecq, quien volvió a brillar con un estilismo de Silvia Tcherassi.
El enlace se convirtió en un desfile de la moda más actual. María Juncadella, la hermana del novio, se atrevió con un diseño de Fabio Encinar, mientras que María Pombo y María Fernández-Rubíes se decantaron por Jorge Redondo, fundador de Redondo Brand, la gran revelación de la costura actual española. Entre otros asistentes, también destacó la presencia de Marta Ortega, quien acudió junto a su esposo, Carlos Torretta, y coincidió allí con Jaime de Marichalar, buen amigo de la familia Hohenlohe, y Jose Bono, hijo del exministro y compañero de equitación de Marco, un laureado y avezado jinete.
Lucía y Marco no dejaron de sorprender a sus invitados en ningún momento: el flamante matrimonio hizo su entrada en el banquete a lomos de un caballo. Para entonces, los asistentes, que fueron recibidos por un grupo de gaiteros, ya habían podido disfrutar durante unos instantes de la belleza del jardín del Pazo de Oca, considerado uno de los más bellos de España y bautizado como ‘el Versalles gallego’, con catorce hectáreas de exuberantes plantaciones de boj, hortensias y tilos, salpicados de laberintos y regados por el río Boo.
Antes de la cena, servida por el laureado restaurante Casa Solla, el grupo Cosita Wena amenizó la velada con su música y energía
Antes de la cena, el grupo Cosita Wena amenizó con su energía el aperitivo, que constó de pulpo, empanada, croquetas, jamón, tomate confitado, tempura de verduras, carpaccio de buey, setas de temporada y vieiras asadas. Casa Solla, el laureado restaurante con estrella Michelin, ubicado en Poio (Pontevedra), se encargó de servir el menú: el primero fue un lomo de merluza con crema de patata y el postre, un baumkuchen, un plato típico alemán.
Tras el convite, Marco y Lucía abrieron el baile con un tango de Carlos Gardel. A partir de entonces, no dejó de sonar la música en toda la noche. El DJ Quike Av y el cantante José de Rico pusieron la nota musical a un enlace que se alargó durante todo el fin de semana, ya que, el día anterior, hubo una fiesta previa en el Gran Hotel La Toja. Muchos de los asistentes se atrevieron a definir este enlace como un sueño. Cien años después de la gran boda de sus bisabuelos, Marco Juncadella Hohenlohe ha logrado que su matrimonio con Lucía Bárcena también se haya convertido en el gran acontecimiento del verano.