Hacía mucho tiempo que no veíamos a Rocío Carrasco tan liberada, feliz y decidida a vivir plenamente. Pero hacía mucho más que la hija de Rocío Jurado no disfrutaba de una romántica escapada junto a su marido, Fidel Albiac. La pareja ha podido celebrar por adelantado su quinto aniversario de casados, que se cumplirá el próximo mes de septiembre. Una historia de amor que comenzó hace más de dos décadas y que ha sorteado numerosos obstáculos, silenciados durante años. Los más importantes los ha revelado en un docu-reality que ha conmovido a todo un país y que a la ahora colaboradora le ha servido para resurgir como el ave fénix —el mismo que lleva tatuado en la espalda—.
Las imágenes que ilustran estas líneas y que ofrece ¡HOLA! en exclusiva corresponden a su pasado fin de semana, en las playas catalanas. Fue el viernes 23 de julio, el mismo día en el que Olga Moreno se proclamó ganadora de la última edición de Supervivientes , cuando Rocío y Fidel tomaron un tren con rumbo a Barcelona. Pero la Ciudad Condal no fue su destino final, ya que ambos continuaron su viaje otros cien kilómetros más. De esta forma, llegaron a la bella localidad de Sant Feliu de Guíxols (Gerona), muy conocida por la residencia de vacaciones que allí tiene la baronesa Thyssen.
Son las imágenes más esperadas de la pareja más buscada: Rocío y Fidel como nunca los habíamos visto, felices, relajados, sonrientes... y muy enamorados
Rocío y Fidel pudieron desconectar durante unos días en este lugar de la Costa Brava. Allí, ajenos a las miradas indiscretas, se mostraron como nunca antes los habíamos visto: derrochando amor y cariño en todo momento, al tiempo que tomaban el sol o paseaban por la orilla del mar.
Felicidad a babor
Durante su estancia en las playas mediterráneas, Rocío Carrasco y Fidel Albiac también realizaron planes con un grupo de amigos íntimos, formado por unos empresarios y sus respectivas parejas. No solo almorzaron juntos, sino que también surcaron las aguas del Mediterráneo a bordo de un yate, de 19 metros de eslora y casi cinco de manga. Se trata de una embarcación equipada con tres cabinas —una suite principal y dos camarotes dobles—, cocina y dos aseos. Por otro lado, tenían un kayac y una barca auxiliar a su disposición, aunque la hija de Rocío Jurado y su marido prefirieron un plan más relajado: desconectar en alta mar y compartir animadas conversaciones con sus amigos.
Al fin, el matrimonio se muestra alegre y tranquilo, después de tantos años silenciando un drama familiar y sufriendo comentarios públicos
Durante su estancia en tierras catalanas, Rocío recibió el cariño de numerosos espontáneos que no dudaron en acercarse a ella
De un concierto lleno de emociones al teatro
En esta pequeña escapada a Sant Feliu de Guíxols, Rocío y Fidel no solo se dieron su primer chapuzón del año en la playa, como vemos en las fotografías. En la noche del sábado 24, también se desplazaron con sus amigos hasta Calella de Palafrugell, localidad de la misma provincia de Gerona, situada a menos de media hora en coche de Sant Feliu de Guíxols. Todos ellos disfrutaron del magnífico concierto que Raphael ofreció dentro de la programación del Festival Cap Roig.
Esa noche, el matrimonio vibró gracias a la gran voz del cantante de Linares, quien repasó sus sesenta años de trayectoria rescatando sus éxitos más emblemáticos, como Mi gran noche, Ave fénix o Escándalo. En su recital, Raphael incorporó versiones de grandes intérpretes en castellano, como Resistiré, del Dúo Dinámico, o Vivir así es morir de amor, de Camilo Sesto. Rocío Carrasco se emocionó especialmente cuando sonaron Se nos rompió el amor y Como una ola, dos de las canciones que, en su día, interpretó su madre, Rocío Jurado.
Rocío también atraviesa un buen momento profesional: además de colaborar semanalmente en televisión, prepara otro proyecto para después del verano
Al día siguiente del concierto, el domingo 25, la pareja se desplazó de nuevo a Barcelona. Allí acudieron a ver a Jorge Javier Vázquez en la función de su último espectáculo, Desmontando a Séneca, que estos días ocupa la cartelera del teatro Tívoli, de la Ciudad Condal. Fue toda una sorpresa para el presentador, quien cumplía cincuenta y un años ese mismo día. Los tres han forjado una amistad desde que Jorge Javier condujera algunas de las galas del docu-reality Rocío: contar la verdad para seguir viva. Esta relación se ha estrechado aún más desde principios de julio, cuando Carrasco ha empezado a colaborar en Sálvame. Allí tiene una sección propia todas las semanas, llamada Hable con ella , donde se hace eco de la voz de los telespectadores y presenta la opinión de la audiencia a los contertulios del programa.
‘Valiente’ y otras muestras de cariño
Finalizada la función, Rocío pudo sentir el calor del público en Barcelona. Numerosos espontáneos se concentraron a las puertas del citado teatro para mostrar su apoyo a la hija de la cantante en su decisión de compartir el drama familiar que vivía en su propia casa tras tantos años de silencio. De hecho, abandonó el lugar entre aplausos y vítores —le dijeron “valiente” y otras palabras de ánimo—. A última hora del domingo, el matrimonio emprendió su viaje de vuelta a Madrid para retomar sus compromisos profesionales. Todo esto ocurría al tiempo que Olga Moreno, la mujer de su exmarido, Antonio David Flores, ganaba Supervivientes. Algo que, visto lo visto, no ha alterado en absoluto la tranquilidad y los planes de la pareja.
Rocío vivió el concierto de Raphael con mucha emoción. El repertorio incluyó ‘Se nos rompió el amor’ y ‘Como una ola’, que interpretó Rocío Jurado en su día
En estos momentos, Carrasco se muestra muy ilusionada por su nueva etapa en televisión. Además de las colaboraciones semanales en Sálvame, la hija de la cantante prepara otro proyecto, para después del verano, en el que analizará los conflictos que la enfrentan a diferentes miembros de su familia. Mientras tanto, disfruta del primer verano de su nueva vida.