Tras debutar en televisión en 2014, Can Yaman, de 31 años, se ha convertido en uno de los actores turcos más seguidos y admirados. Alcanzó el éxito internacional en 2017 con Dolunay: Luna llena. Más tarde fue reconocido con el Turkey Youth Award al Mejor Actor de Serie de Televisión en 2019 por su participación en Erkenci Kus: Pájaro soñador. Pero su gran estreno como protagonista fue en 2016 en la serie Matrimonio por sorpresa, y no fue lo feliz que debería, ya que sucedió algo que hizo que se viera envuelto en la polémica por primera vez. Al parecer, la pareja principal, formada por el actor y Selen Söyder, no se llevaba del todo bien y, tras un grave incidente entre ellos en el set de rodaje, la cosa acabó con la ruptura del contrato de la actriz y su salida de la ficción.
- Las claves de 'Mi hija': el nuevo fenómeno turco que arrasa en televisión tras el éxito de 'Mujer'
- Hay vida después de 'Mujer': los proyectos de sus actrices y actores tras acabar la exitosa serie
Todo comenzó con los rumores sobre una fuerte discusión que habría acontecido entre Can Yaman y Selen Söyder en la grabación de una de las escenas de pelea de la serie. Algo que, más tarde, fue confirmado por la propia actriz y por el director de la serie, Metin Balekoğlu. Parece ser que mientras interpretaban esta secuencia Can se metió de más en el papel; Selen le dijo, de muy malas formas, que se relajara un poco, a lo que él le respondió que si no le gustaba cómo lo hacia, que lo hiciera sola. Y en ese momento se desató una auténtica batalla campal: la protagonista comenzó a insultarle y el intérprete no le fue a la zaga. Ambos se cruzaron toda clase de improperios y descalificaciones.
En medio de la acalorada pelea, según informan portales turcos como Teammy, entre ellos volaron los insultos e, incluso, y esto fue una de las cosas más graves que sucedieron, una taza de té caliente que estaba de atrezzo sobre la mesa y que se dice que Can le lanzó a su compañera. Algo que, por supuesto, no estaba dentro del guion. La versión oficial cuenta que el actor no arrojó la taza contra la actriz, sino contra el suelo de la rabia generada en la gran bronca. Tal fue la magnitud que iba alcanzando la discusión que tuvo que intervenir hasta el propio director.
Más tarde, Selen hizo unas declaraciones públicamente en las que decía que en los rodajes pasan tanto tiempo juntos que se genera una relación afectiva entre los actores y que, como en cualquier familia, surgían peleas, que era algo habitual. Pero, según diversos periódicos turcos como Hürriyet, la intérprete además añadió que se sintió amenazada por la actitud de Can y que informó a los productores de que no se veía capaz de seguir trabajado con el actor por miedo a su integridad física. De hecho, contó que, al día siguiente de la discusión, acudió al plató con seguridad privada.
Al director de la serie no le gustaron estas polémicas declaraciones de la actriz, al no saber qué parte de verdad había en ellas y, en un acuerdo tomado por ambas partes, se procedió a romper el contrato y Selen salió de la serie. Fue sustituida por Yeliz Kuvancı, quien hizo de protagonista hasta el final de Matrimonio por sorpresa. Lo curioso fue que no dieron ninguna explicación y que, a mitad de la serie, de un día para el siguiente, cambiaron a una actriz por otra, cuyo parecido físico era nulo. Y así apareció Yeliz en pantalla en el papel de Itir, con el único comentario de un personaje, que interpretaba a un familiar, que le decía que la veía irreconobile. Desde ese momento, se borró todo el rastro de Selen Söydere de la ficción.
Una de las compañeras de Can Yaman, Gül Onat, que interpretaba el papel de Adile, su madre en la serie, participó en el programa turco Renkli Sayfalar (Páginas a color), donde declaró que escuchó la fuerte pelea desde su camerino, que ambos se equivocaron y que no podía creer lo que estaba ocurriendo, ya que nunca antes habían mostrado indicios de no que no se llevaran bien. Habló también del carácter conflictivo de Selen, que ya había tenido problemas en anteriores grabaciones, y manifestó su extrañeza ante el comportamiento del actor puesto que él "era una persona muy respetuosa y educada", que jamás actuaría así salvo que le provocaran y, aunque no justificó su actitud, sí se posicionó, de alguna manera, del lado del intérprete.
Para Can fue un duro golpe en su primera experiencia como protagonista ya que su actitud con su compañera hizo que no solo fuese cuestionado de manera pública, sino también judicial puesto que Selen lo denunció. En marzo de 2019, después de que fuesen analizados testimonios y vídeos en un tribunal, la estrella fue sentenciada a pagar una multa que ascendía a 7.830 liras turcas (cerca de 1.000 euros), además de tener que pedir disculpas públicas. Una triste experiencia para el galán que, sin duda, empañó la alegría de haber obtenido su primer papel importante.