Catherine Zeta-Jones ha vivido este fin de semana el que es, sin duda, uno de los días más importantes del último año y medio para su familia. La actriz de Hollywood ha podido por fin reencontrarse con sus padres, después de muchos meses sin poder verles ni abrazarles por culpa de la pandemia. Un momento realmente especial que ha tenido lugar en Mallorca, donde la protagonista de películas como Chicago y La máscara del zorro veranea pláciidamente un año más junto a su marido, el actor Michael Douglas, en la preciosa finca de S'Estaca que la pareja posee en Valldemossa. Desde Gales hasta allí se han traslado Patricia y David, los progenitores de la intérprete, disfrutando todos de una ocasión única que ella ha querido compartir en imágenes. "Me encanta estar con mi mamá y papá después de tanto tiempo separados", escribe emocionada junto a las fotografías con ellos tomadas desde un barco.
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas presumen de la graduación de su hija
"Son los mejores y me dan mucha alegría. Me siento verdaderamente afortunada", añade la orgullosa hija y segunda de tres hermanos para destacar la estrecha relación que mantienen y lo fundamental que son ambos para ella. Hasta su jubilación, su padre trabajó en una fábrica de dulces mientras que su madre fue modista. Ahora, junto a los que más quiere, Catherine Zeta-Jones sigue pasando la época estival en su mansión de las Islas Baleares, donde hace tan solo unos días conocimos su afición por cultivar frutas y hortalizas en el huerto que tiene en uno de los terrenos de su residencia. Así, la actriz mostraba los sabrosos tomates y calabacines mallorquines que ella misma recogía. La casa que comparten las dos estrellas del celuloide cuenta con más de 1.000 metros construidos y 77 hectáreas, diez dormitorios con baño propio, una terraza abierta al mar, gimnasio, una enorme piscina, bodega, spa y acceso privado a la playa.
Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones dan la bienvenida al nuevo bebé de la familia
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas se casaron en noviembre de 2000 y uno de los temas más comentados entonces era su edad. Ella tenía 31 años cuando le dijo "sí, quiero" a Michael Douglas, de 56, y esos veinticinco años de diferencia no han sido en absoluto un impedimento para la pareja, que dos décadas después sigue tan enamorada como el primer día. Ahora, son padres de dos hijos que son igualitos a ellos: Carys Zeta y Dylan Michael, de 18 y 20 respectivamente. Por supuesto, en un mundo en el que los divorcios están a la orden del día, uno de los temas que más intrigan al público es cuál es el secreto de su relación. "Lo primero de todo es que nos lo seguimos pasando muy bien juntos", decía en una entrevista para el medio estadounidense WSJ. "Nuestra constante es amarnos y respetarnos, pero nunca hemos perdido nuestro sentido del humor", confesaba.
Catherine Zeta-Jones impresiona a sus fans cantando y tocando el piano