Chenoa es una mujer de sol y playa. La cantante nació en Mar del Plata, a orillas del Atlántico, la ciudad de verano más famosa de Argentina. Allí pasó sus primeros años de vida hasta que se trasladó con su familia a Mallorca. El 22 de octubre de 2001, su vida cambió para siempre. Con solo veintiséis años, dejó Palma y debutó en la primera gala del concurso musical Operación Triunfo . Se convirtió en una de las concursantes más queridas de OT y más de doce millones de personas siguieron la final del show, en el que quedó en cuarta posición.
Veinte años después, Chenoa es una de las cantantes más populares de España. Pero siempre hace un hueco en su agenda para volver a su hogar: Mallorca. Allí suele pasar los veranos con su familia y su prometido, Miguel Sánchez Encinas. “Mi infancia y mis veranos están en Mallorca”, asegura la artista.
—Chenoa, ¿cuál es tu destino favorito para el verano?
—Cualquier lugar de España vale la pena ser visitado. El norte, las islas Baleares y el sur son espectaculares y de mis lugares favoritos.
—Tú eres de Mallorca. ¿Cuándo fue la primera vez que pasaste el verano en el norte?
—Hace dos años estuve en Cantabria y Asturias y descubrí un verano ideal. Covadonga me dejó fascinada.
—¿Qué te sorprendió más?
—En Cantabria descubrí que las playas son kilométricas, había que andar mucho hasta llegar al mar. Acostumbrada a Mallorca, que son más tipo cala, con todo cerca, las playas del norte eran muy diferentes y me encantaron.
—Como buena mallorquina, ¿qué calas recomiendas visitar en tu tierra?
—Es Trenc y Cala Mesquida. Es Trenc es zona protegida, algo único. Cala Mesquida me encanta por sus aguas cristalinas y la combinación de paisajes. A veces se ven a las cabras pasear.
—¿Cuáles son tus planes favoritos en verano?
—Descubrir las calas escondidas y pintorescas de Mallorca, que son una maravilla. Y la comida, que es fabulosa.
—Cuando estás allí, ¿dónde te gusta comer?
—Recomiendo ir a Valldemosa. Para mí, es una cita obligada. Se come muy bien y hay que probar la coca de patatas típica de allí. Hay muchos restaurantes con comida típica mallorquina, sobre todo en Génova, un sitio muy cerca de Palma, donde se puede probar el pa amb oli, el frito mallorquín, el tumbet y muchísimas cosas más.
—¿Qué planes te gusta hacer?
—Me gusta pasear por la zona de la catedral y el centro de Palma. Es una delicia. En Valldemosa, me gusta visitar La Cartuja, que fue la residencia del Rey Sancho I de Mallorca, y también el museo de Frédéric Chopin.
—¿Cuál es tu bebida favorita para el verano?
—Yo soy muy sencilla: agua con gas y lima fresquita.
—¿A dónde te gusta ir por la noche?
—El paseo del Borne es obligado para tomar algo en las terrazas. Mi preferido es el bar Bosch, mítico de esa zona de Palma.
—¿Tienes algún deporte o pasatiempo favorito?
—Caminar sin parar. Es la mejor manera de descubrir dónde estamos y entenderlo, empaparnos del ambiente y observar la vida de la gente y su ritmo.
—¿Qué no puede faltar en tu maleta de vacaciones?
—Un vestido de tela fina. Y sombreros para el sol. También unas zapatillas blancas y unas bonitas sandalias con poca cuña. Los tacones no son recomendables para caminar por zonas con empedrado.
—¿Algún libro que lleves tiempo queriendo leer y que vayas a leer este verano?
—Me gustan las biografías y los libros de historia. Ahora estoy leyendo La zarina, de Ellen Alpsten.