Si así ha sido la preboda, no nos podemos imaginar cómo sera la boda. Se avecina una fiesta de las grandes para celebrar el 'sí, quiero' de Lucía Bárcena y Marco Juncadella, que tendrá lugar esta tarde en el pontevedrés Pazo de Oca. Para ir abriendo boca, los novios han preparado un sinfín de actividades antes del gran día que han culminado la noche con un concierto del grupo Third Floor. Antes, los novios y los invitados, entre los que se encuentran influencers como Lucía y Marta Pombo o María Fernandez-Rubíes, han disfrutado de carreras de karts, golf, y todo tipo de gastronomía gallega para después gastar la energía bailando sin parar.
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Alojados en el lujoso Gran Hotel La Toja, ubicado el entorno natural de la Ría de Arousa, en Pontevedra, muchos de los asistentes al enlace no han dejado de publicar los mejores momentos de su estancia, así como la ilusión por ver a sus amigos convertirse en marido y mujer. Tal es así, que además de homenajearse con grandes festines con los mejores productos de la tierra, las amigas de Lucía también han sacado un hueco para dedicarle unas emotivas palabras a la novia, que aunque ha compartido el detalle con sus seguidores no ha desvelado el bonito mensaje que, sin duda, le han dejado.
A pesar de que las imágenes no dejan lugar a dudas de que ha sido una fiesta con mayúsculas, en la que no ha faltado champán, cortadores de jamón, pulpeiros y buena música, esto tan solo ha sido el prólogo. La gran ceremonia y posterior celebración será esta tarde en el Pazo de Oca, propiedad de los Medinaceli, la familia más antigua de la nobleza española. No podemos olvidar que esta boda reunirá a algunas de las influencers más populares de España pero también a importantes nombres de la aristocracia ya que el novio es hijo del expiloto de automovilismo y empresario José María Juncadella y de la princesa Cristina Hohenlohe, sobrina de Alfonso Hohenlohe, embajador de Marbella.
La influencer y el hijo de la princea alemana anunciaron su compromiso hace un año con "el sí más rotundo", tal y como ella contó feliz a sus seguidores. El país acababa de salir de un duro confinamiento por la pandemia, pero el empresario textil no perdía el optimismo ni la ilusión. "Nada ni nadie va a impedir nuestra boda", respondía Marco a la publicación de su futura mujer. A finales de mayo, la pareja protagonizó una tradicional pedida de mano en la que no faltaron gigantescos ramos de flores, un estilismo muy cuidado y una cena rodeados de familia y amigos. Durante el mes de junio celebraron sus respectivas despedidas de la soltería; Marco con un grupo reducido de amigos por las restricciones; y Lucía, semanas después junto a sus amigas en la Ribera Sacra, en Galicia, donde pudieron brindar con vinos de la zona, disfrutar de la gastronomía local como de la tortilla de Betanzos y hasta pilotar una embarcación por el río.