Era uno de los deportistas más esperados de los JJOO de 2020 que han celebrado su ceremonia de inauguración este viernes por todo lo alto en el Estadio Olímpico de Tokio. Pita Taufatofua ha vuelto a ser elegido como abanderado de su país, Tonga, un reino polinésico perteneciente a Oceanía formado por más de 170 islas. Con el resto de los participantes nacionales en la competición, el taekwondista de 37 años, ha hecho su aparición portando la bandera, junto a Malia Paseka, con el atuendo tradicional de su tierra: una ta'ovala, una especie de estera que se envuelve alrededor de la cintura formada por plásticos, hojas de pandanus y de fibra de hibisco. Su vestimenta, usada para la danza me'etu'upaki, la más famosa de las islas, dejaba al descubierto su torso, que ya causó sensación en las Olimpiadas de Río en 2016 y que, en esta ocasión, ha vuelto a sacar partido al rociarlo con aceite de coco. Además, ha lucido numerosos collares y pulseras habituales de la Polinesia.
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El atleta de Tonga ha repetido este viernes como abanderado de su país después de hacer su debut en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y en los Juegos de Invierno de 2018, celebrados en Pyeongchang, Corea del Norte, cuyas bajas temperaturas no le impidieron volver a lucir su torso desnudo. Tal fue el revuelo mediático que causó al marcar una notable diferencia con su apariencia y atuendo al del resto de delegaciones participantes en la ceremonia de inauguración de Brasil, que se convirtió en pocos días en una estrella mediática. Tonga obtuvo más de cuarenta millones de menciones en internet en tan solo una hora, tras su aparición. A pesar de que no logró una buena clasificación en su disciplina, el taekwondo, y fue eliminado en el primer combate que realizó en la competición, muchos medios y cazatalentos ya lo habían fichado para proponerle todo tipo de proyectos una vez finalizara su estancia en la Villa Olímpica de Río.
"Seguramente la entrada más impactante de la historia de un abanderado", publicó en 2016 el The Wall Street Journal tras la primera aparición de Pita Taufatofua. Aunque desde los dieciocho años ha trabajado como modelo, desde su debut en las Olimpiadas ha protagonizado numerosas páginas de revistas, se ha convertido en embajador de UNICEF donde ayuda en obras de caridad para gente sin hogar y a niños a desarrollar habilidades personales e independientes. Incluso Hollywood se interesó por él ofreciéndole un proyecto cinematográfico donde contar la historia de su vida, algo a lo que el taekwondista se negó. "Dije que no porque iban a mostrarme como no soy", confesaba asegurando que nunca buscó la fama y que sus principios y valores siguen siendo los que les enseñaron sus padres desde que era pequeño.
Pita Taufatofua nació en Australia pero se crio en Tonga donde ha vivido desde entonces. Con tan solo cinco años ya sabía a lo que quería dedicarse de mayor y se apuntó a clases de taekwondo, entre otras actividades tradicionales de su territorio que realizaba entonces, como trabajos agrícolas en la cosecha de yuca. Su perseverancia y esfuerzo lo llevaron a ser el primer atleta de su reino en competir en su modalidad en unas Olimpiadas tras un arduo torneo de clasificación. Después de su paso por Río en 2016, decidió probar suerte en otra disciplina deportiva, el esquí de fondo, para poder participar en los Juegos de Invierno que se celebraron dos años después. No obstante, tampoco hubo suerte y terminó con un mal resultado pero, lejos de rendirse, quiso participar en los JJOO de Tokio 2021 como piragüista, otra de sus grandes aficiones. A pesar de que no lo logró y ha vuelto a presentarse como taekwondista, su simple presencia ya ha revolucionado a todo el planeta, que ha estado pendiente de la gala de inauguración de estos Juegos tan insólitos.