Aunque se infectó de COVID-19 en noviembre del año pasado, durante un viaje a Miami, Elena Tablada sigue arrastrando varias secuelas. Las más destacables son las que afectan al funcionamiento de su cerebro, puesto que sufre sufre pérdidas de memoria, pero también arrastra alteraciones en su olfato y gusto. Ya lo desveló la diseñadora en junio, pero es un problema con el que sigue lidiando ocho meses después de superar el virus, tal y como declara a ¡HOLA!
Desde Miami, donde ha vuelto para pasar unas vacaciones con su familia y donde está siguiendo todos los acontecimientos de Cuba, la tierra de su familia, Elena confiesa que no se encuentra preocupada, ya que su situación está controlada por los médicos. “La verdad es que no. Me hice una resonancia, pero salieron bien las pruebas”, nos confiesa. “El neurólogo me dijo que pasa un montón. Son como microtrombos, pero que se recupera”, nos añade la diseñadora, con total naturalidad.
Por otro lado, Tablada continúa teniendo problemas olfativos y de gusto, precisamente por el coronavirus. “Todavía no lo he recuperado. Bueno, un poco, pero me ha cambiado completamente el gusto. Por ejemplo, la salsa de soja me sabe diferente, como a colonia”, se lamenta, antes de añadir: “Cuando entra el virus, como que te absorbe todas las vellosidades de la nariz y de la zona otorrinolaringológica. Como que arrasa con la zona y, por eso, se pierde el olfato y el gusto”.
En conversaciones con ¡HOLA!, Elena se toma su situación con filosofía, ya que apunta que este problema podría alargarse en el tiempo. “Los médicos me han dicho que [el gusto y el olfato] puede tardar en recuperarse hasta tres años”, concreta la diseñadora. Eso no impide que que Tablada continúe con su vida con normalidad. De hecho, a su vuelta de Miami, tiene pensado pasar unos días junto a su familia en las costas gaditanas y, concretamente, en El Palmar.