El Festival de Cine de Cannes ha recuperado el glamour previo a la pandemia. Tras un año cancelado por culpa del coronavirus, la gran fiesta del cine volvió a desplegar su alfombra roja para deleite de los amantes del cine y la moda. Y las actrices del momento volvieron a desfilar por la Promenade de la Croisette. Esta edición ha tenido acento español, ya que Ester Expósito, estrella de la serie de televisión Élite y una de las influencers más seguidas, se convirtió en una de las protagonistas del certamen. La madrileña brilló con un impresionante vestido largo de Etro en color morado con el que enseñaba su abdomen. El diseño parecía estar inspirado en la icónica estética de Cher, de los años setenta.
Otra actriz española que dejó al público sin respiración fue Paz Vega. La sevillana, que viajó a Cannes como madrina del Festival de Cine de Ibiza, brilló con un espectacular vestido negro asimétrico de Nicolas Jebran con apertura en la zona lateral del cuerpo y un peinado estilo hollywoodiense años cincuenta: melena suelta que hacía aguas y ralla al lado. La noche siguiente, Paz volvió a deslumbrar con un esmoquin blanco con solapas negras acompañado por un pulido recogido con coleta baja que dejaba la raya en medio. Un look muy diferente al escogido para la noche anterior en la Croisette.
Otras dos divas que no dejaron a nadie indiferente fueron la cantante Carla Bruni y la top model Bella Hadid. La exprimera dama de Francia paralizó los flashes y el tiempo al posar enfundada en un vestido brillante asimétrico de Céline, con una sensual abertura que dejaba al descubierto sus piernas infinitas y eternas. Bruni asistió sin Nicolas Sarkozy. En cambio, Bella Hadid paseó con su nuevo amor, Marc Kalman, por todo Cannes. La supermodelo y el diseñador son la pareja del momento.
Y, hablando de parejas de moda, Carlota Casiraghi y el productor Dimitri Rassam también brillaron en el festival de cine. El matrimonio asistió a una cena ofrecida por Chanel, en la que coincidieron con estrellas como Marion Cotillard y Tilda Swinton. Ambos tienen una relación muy estrecha con Cannes. La abuela de Carlota, la actriz Grace Kelly, fue la estrella de la octava edición, en 1955, y, gracias a su presencia en esa cita, conoció a Raniero de Mónaco. Por su parte, Dimitri es hijo de la actriz francesa Carole Bouquet, maestra de ceremonias del festival en 1995 y presidenta del jurado en 2008, y del difunto productor de cine Jean-Pierre Rassam, quien produjo varias películas proyectadas en el certamen.