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Aunque hace tres años que abandonó el Real Madrid y se mudó a Italia para continuar su carrera deportiva, Cristiano Ronaldo sigue enamorado de España. De hecho, el futbolista ha vuelto con Georgina Rodríguez y sus cuatro hijos a Mallorca, tras la descalificación de Portugal en la Eurocopa. Tal y como informa el diario local Última hora, el jugador y su pareja han decidido alojarse en el Castell de Manresa, una fortaleza del siglo XVIII ubicada en Alcudia, con quince hectáreas de finca e impresionantes vistas a la bahía de Pollença.
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Cristiano y Georgina también han disfrutado de las aguas mediterráneas, con su familia, a bordo de su superyate. Se trata del Azimut Grande 27 Metri, valorado en seis millones de euros, que el portugués compró hace ahora un año. Con veintisiete metros de eslora, la embarcación dispone de una suite principal, otros tres camarotes y cinco cuartos de baño, así como un vestidor y salón. Además, cuenta con motos acuáticas, que Georgina ha conducido.
Unas vacaciones de ensueño para el jugador de la Juventus y su familia, después de sus importantes celebraciones. Mientras que los mellizos Eva y Mateo cumplieron cuatro años el 5 de junio, Cristiano, Jr., sopló once velas el 17 del mismo mes. Por su parte, la pequeña Alana, la hija del futbolista con Georgina, cumplirá cuatro años en noviembre.