Sara Carbonero e Iker Casillas anunciaron el fin de su matrimonio hace apenas cuatro meses, pero ante todo destacaron que seguirían siendo una familia por el bien de sus hijos Martín y Lucas, de siete y cinco años. Este fin de semana lo han vuelto a demostrar. La expareja ha compartido unos días juntos en Valladolid. La periodista y el exguardamenta asistieron a la boda de unos buenos amigos que tienen en común y mostraron la buena relación que mantienen pese a su divorcio. En plena tormenta mediática por la supuesta relación de la periodista con el cantaor Kiki Morente, Sara e Iker han mostrado que siguen unidos y han disfrutado de unos días en familia.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El exguardameta del Real Madrid fue el primero en dar pistas sobre su paradero y compartía una imagen junto al ayuntamiento de Valladolid. A continuación, la diseñadora publicaba una serie de imágenes en las que aparecía en la boda de su gran amiga, Laura, a la que incluso llama "prima" por la buena relación que las une desde que nacieron, y señalaba mediante un hashtag que se encontraba en la misma ciudad que su exmarido. "Nos fuimos de boda. Las de siempre como nunca", decía Sara, junto a unas imágenes en las que luce radiante con un vestido azul marino Potenza, de Silvia Tcherassi, en la finca vallisoletana Lago de Maito. Por su parte, Iker posteaba más tarde otra imagen de su fin de semana de relax en tierras castellanoleonesas. Tal vez el detalle más esclarecedor de que estaban juntos fue el sombrero que aparecía en la foto del embajador del Real Madrid y que ha lucido la periodista durante estos días. No obstante, la prueba definitiva llegó cuando el madrileño por fin compartió una foto de la boda de Laura y Gonzalo, en la que aparecían los dos muy sonrientes, rodeados de amigos.
En las últimas semanas se ha visto en varias ocasiones a la expareja. En el cuarenta cumpleaños de Iker ambos aparecían juntos al lado de sus hijos y días antes el exguardamenta le había enseñado la nueva casa a Sara en una urbanización a las afueras de Madrid. Ahora, Sara e Iker han vuelto a coincidir, como demuestran las imágenes, prueba de la buena sintonía que existe entre ambos. El afecto sigue reinando entre la pareja que pese a su divorcio han actuado de una forma ejemplar y totalmente civilizada.
La expareja se enfrenta a su primer verano por separado. La periodista regresó de vacaciones a Oporto, donde se reunió con las buenas amigas que hizo durante los cinco años que vivió junto al exfutbolista y sus hijos, mientras que el exdeportista ha viajado al otro lado del Atlántico, a México, a la Riviera Maya, donde ha disfrutado del sol, la playa y los paisajes idílicos y de aguas cristalinas de la costa caribeña. Ha sido durante sus respectivas escapadas cuando ha salido a la luz la posible relación de la periodista con el hijo del cantaor Enrique Morente. Mientras que la revista Semana -medio que dio a conocer la noticia- habla ya de un noviazgo de dos meses, el círculo de Sara prefiere mostrarse cauto y referirse como "una bonita amistad". De hecho, no hay ninguna prueba gráfica de que la pareja exista ni tampoco confirmación alguna, el tiempo será el encargado de despejar todas las incógnitas en esta relación.
Estas son las tres 'supermujeres' en las que Sara Carbonero se refugia