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eliza arcaya con una de las creaciones de am pm spain © Marienna Garcia Gallo

Eliza Arcaya, la restauradora de los famosos debuta como diseñadora

Hablamos con la empresaria y gran anfitriona de la jet set venezolana en Madrid sobre su nueva faceta de diseñadora con su marca AM PM Spain, que nació tras el accidente de su hijo Joaquín


18 de julio de 2021 - 14:47 CEST

Cuando le pregunto a Eliza Arcaya (Caracas, 1971), propietaria de El Velázquez 17 y Café Murillo, dos de los restaurantes de moda en Madrid, cómo se presentaría a alguien que no la conoce, responde sin dudarlo: “Soy una superviviente”. Efectivamente, esta venezolana, de 50 años, entre cuyas amistades están Carolina Herrera y Mar Flores, lo es. En 1992 tuvo un accidente de avión cuando sobrevolaba el Amazonas junto a su hoy marido, un conocido empresario venezolano, y otros amigos. El aparato se estrelló cerca de un acantilado y, tras el impacto, empezó a arder. Lograron abandonar el lugar del siniestro y pasaron la noche a la intemperie. Todo el mundo los dio por muertos, pero, milagrosamente, a la mañana siguiente fueron rescatados. 26 años después de este incidente, el destino puso a prueba a Eliza de nuevo.

Eliza Arcaya, con otra de las piezas de la colección AM PM Spain.© @elizaarcayacooks
Eliza Arcaya, con una de las piezas de la colección AM PM Spain.

El 21 de agosto de 2018, la restauradora se encontraba en Jamaica junto a sus tres hijos, Camila, Joaquín y Lara, para celebrar el cumpleaños de la primera. Lo que iban a ser unas vacaciones de ensueño en el Caribe se tornaron en la peor pesadilla de la familia: Joaquín, de 19 años, se cayó por un barranco de unos cuatro metros de profundidad cuando conducía un carro de golf. La lesión cerebral fue gravísima, su sistema nervioso quedó seriamente dañado. El pronóstico no era nada halagüeño: tenía un uno por ciento de posibilidades de sobrevivir. “La conexión entre su cerebro y el cerebelo se cayó”, explica Eliza. El joven fue rápidamente transportado a Miami (Estados Unidos) y, posteriormente, a Madrid, donde permaneció varios meses ingresado.

“Con el accidente de mi hijo, pasé muchas horas en el hospital. A pesar de la angustia, me gustaba vestirme bien para sentirme mejor”

Cuando le pregunto a Eliza cómo logró gestionar este duro golpe, me contesta que con disciplina y mente positiva. Y aquí va un ejemplo. “Con el accidente de mi hijo, pasé muchas horas en el hospital. A pesar de la angustia, me gustaba vestirme bien para sentirme mejor. Diseñé unas piezas que me permitían estar cómoda por la mañana y que por la noche, con unos tacones y algún toque más, se transformaba en una pieza perfecta para salir y ver a algunos amigos. ¡Era importante tomar un poco de aire!”. Eliza logró crear belleza de algo tan trágico y así fue cómo nació AM PM Spain, una línea de ropa flexible para el día y la noche que acaba de presentar hace unas semanas y que, gracias a su exclusividad y su precio asequible, ha contado con una gran acogida entre sus amigos de la alta sociedad madrileña. “La filosofía de la marca es Time is love. O sea, el tiempo que uno le dedica a las personas, proyectos y trabajo es amor. El tiempo es lo más importante que tenemos. Hay que aprovecharlo”, reflexiona.

Eliza Arcaya, con su hijo Joaquín.© @elizaarcayacooks
Eliza Arcaya, con su hijo Joaquín.

Eliza forma parte de La Junta, una pandilla integrada por algunos de los personajes más famosos de nuestro país: Paula Echevarría, Eugenia Silva, Macarena Gómez, Aldo Comas, Fernando Andina, Nicolás Toth, Paula Quinteros y Carolina Herrera, hija de la célebre diseñadora venezolana, a la que define como “una hermana, es incondicional”. Este grupo de amigos surgió durante la despedida de soltera de la actriz Marta Hazas y, desde entonces, sus andanzas ilustran páginas de revistas de sociedad. “Fuimos a almorzar al restaurante Greener dos horas y, al final, estuvimos diez. Allí empezó La Junta”, cuenta Eliza, también íntima de Boris Izaguirre, quien, con su ingenio, bautizó la carta de su local Café Murillo.

Imagen de La Junta, el grupo de amigos de Eliza Arcaya.© @elizaarcayacooks
Imagen de La Junta, el grupo de amigos de Eliza Arcaya.

La empresaria está a punto de festejar que vive desde hace 20 años en España. “Lo voy a celebrar por todo lo alto. Con mi querida Junta”, dice. Llegó en 2002 huyendo del régimen chavista. En Caracas también se dedicaba a la hostelería y su familia era célebre en el estamento político. Su padre, Mariano Arcaya, fue un célebre abogado responsable de escribir el código penal venezolano; su abuelo, Pedro Manuel Arcaya, fue, además de jurista, historiador y político, embajador de Venezuela en Washington. Al poco de llegar a España, montó un catering y trabajó para Paco Roncero. Una de sus cenas más especiales fue la celebrada en el Palacio de El Pardo, previa a la boda de los reyes Felipe y Letizia, en 2004. “Fue un privilegio estar entre los cien cocineros que servimos a los futuros reyes y sus 400 invitados”. Poco a poco, fue emprendiendo y asumiendo sus propias responsabilidades empresariales. Eliza ya no fantasea con regresar a Venezuela, donde siguen viviendo amigos y familiares. “No pienso en volver porque desde aquí soy mucho más útil”, cuenta.

Eliza Arcaya, con una de las creaciones de AM PM Spain.© Marienna Garcia Gallo
Eliza Arcaya, con otra de las creaciones de AM PM Spain.

En este tiempo, además de haber montado dos de los restaurantes más conocidos de la capital, se ha convertido en una gran anfitriona. “Me encanta siempre tener el mismo menú y rotar a los invitados. El pollo al curry con arroz persa es el clásico en mis cenas. Mis referentes de anfitriones son Chon Gómez Monche, Ella Cisneros, Carolina Herrera o Katy y Diana Thermiotis, en Andros (Grecia)”. El balance de Eliza durante este tiempo en Madrid no podría ser más positivo. Su mayor éxito ha sido sin duda desafiar a ese uno por ciento de posibilidades que le dieron a su hijo, que hoy tiene 21 años.

—¿Cómo está ahora tu hijo Joaquín?

—Es un guerrero, lleva tres años trabajando de domingo a domingo sin parar. Es un milagro. Él crece todos los días venciendo sus incapacidades. Lo llevé a la clínica Foltra Santiago de Compostela. Entró en silla de ruedas y diez meses después salió caminando dando sus primeros pasos. Ahora, estudia informática en una universidad a distancia y Dios le dio su primer trabajo: reparar su propia computadora, su cerebro, y reconectarlo. ¡Es un puro milagro!

—¿Cómo va ese proyecto de realizar un documental sobre su lucha?

—Tenemos tanto que contar... ¡Vamos muy bien! Pero me falta el final, que aún no ha llegado.

—Has declarado que sueñas incluso con ganar el Oscar.

—¡Sí! Me haría mucha ilusión. La historia que quiero contar es que en la vida hay un poder de decisión. Yo elegí no ser víctima. La actitud es lo más importante.

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