Sus paradisiacas playas, la calidez de sus gentes, su deliciosa gastronomía… Cualquiera de estos motivos son suficientes para enamorarse de Cuba. Sin embargo, Elena Tablada tiene un vínculo mucho más especial con el país caribeño. “Mis padres y todos mis abuelos nacieron allí”, recuerda la diseñadora a ¡HOLA! Tan presente tiene sus raíces que la diseñadora eligió La Habana para celebrar su boda con el empresario Javier Ungría , sobrino de Miriam de Ungría, a finales de 2018. Ahora Elena inculca su pasión por Cuba a sus dos hijas, tanto a Ella, nacida hace once años, de su relación con David Bisbal, como a la pequeña Camila, que cumplió su primer año en abril.
—¿Qué significa Cuba para ti?
—Para mí, es la sangre que corre por mis venas, mis raíces… Y a eso le sumo la tierra donde me casé.
—¿Recuerdas la primera vez que visitaste el país?
—Sí, en dos mil catorce, y me encantó. Fui con Ella y con mi madre, que llevaba cuarenta y dos años sin ir. Fue una experiencia increíble.
—¿Y tu primer verano allí?
—Solo he pasado uno y fue el de antes de cansarme, para preparar la boda, que fue en diciembre.
“Allí fue donde mi marido me pidió la mano, donde me casé, donde llevé a mi abuela después de cuarenta años en el exilio… ¡Son muchas cosas que me llenan el corazón!”, nos confiesa
—¿Guardas alguna historia o anécdota curiosa de Cuba?
—Ahí fue donde mi marido me pidió la mano, donde me casé, donde llevé a mi abuela después de cuarenta años en el exilio… ¡Son muchas cosas que me llenan el corazón!
—¿Por qué recomendarías este destino para irse de vacaciones?
—Cuba es un diamante en bruto, que lleva esperando sesenta años a ser pulido. Allí encuentras playas paradisiacas, campos floridos y gente muy amable, a pesar de sus condiciones.
—¿Qué aconsejas comer allí?
—Mi plato favorito es el lechón de La Habana, que es el cochinillo asado. También me encantan los tostones, que es el plátano verde frito y se pueden comer con picadillo, con camarones y un montón de cosas. También, vaca frita, puré de malanga, ropa vieja…
—¿Y tus restaurantes favoritos?
—No suelo frecuentar mucho restaurantes del Estado. Prefiero ir a los que son conocidos como paladares, que son casas particulares donde te abren las puertas para cocinarte y tratarte como uno más de la familia. Además, la comida es más rica. Algunos paladares que recomiendo son Vistamar, en el barrio de Miramar Playa; Al Carbón, de Iván Chef Justo, en La Habana Vieja; La Guarida, en el centro de La Habana, y Rita & Champagne.
—¿Qué bebes para el calor?
—A cada sitio que vamos nos tomamos un ‘cubanito’. Es la versión cubana del bloody mary, pero con ron en lugar de vodka.
—¿Qué recomendaciones das antes de viajar a Cuba?
—¡Solo recomiendo muchas ganas de pasarlo bien! Mucha ropa fresquita… ¡Y nada de tacones!
Recomendaciones para La Habana
Rincones imprescindibles
El callejón de Hamel. “Es un callejón huele, suena, sabe y se ve cómo es la cultura afrocubana”, nos dice Elena.
El Morro de La Habana, “para un maravilloso atardecer”.
Dónde comer
Vistamar. “Preferiblemente para el día, es un paladar del barrio de Miramar Playa», nos explica la diseñadora, que recomienda comer allí su pasta frutti di mare”.
Al Carbón, restaurante de Iván Chef Justo. “Es otro paladar muy mítico y pintoresco, en La Habana Vieja. Sirvió su delicioso lechón en mi boda”.
Rita & Champagne. “Es comida fusión de chuparse los dedos”, afirma Tablada. Tanto es así que sirvió la otra parte del catering en el día de su boda con Javier Ungría.
La Guarida. “Es un emblemático paladar que está en el centro”. Es conocido porque “apareció en la película Fresa y chocolate y “tienen colgada en la pared la silla donde se sentó la Reina Sofía”.
Dónde comprar
“Lo mejor es pasear por La Habana Vieja y el mercado de artesanía cubana”, nos recomienda Elena. “Para comprar buenos puros, está Partagás”, apostilla.
Para la noche
La Bodeguita del Medio, en La Habana Vieja. «Hay que tomarse un mojito».
El Floridita. “Disfruta de un daiquiri donde se los tomaba Hemingway”.
La Guarida. “Tiene un rooftop donde se pueden tomar unos cócteles sabrosos con vistas a toda La Habana”.
El barrio de Kohly, dentro de La Habana. “Ideal para cenar y tomarse unos cócteles”.
“Para bailar y “guarachar”, el clásico El Gato Tuerto, con música en vivo. Para música más comercial, La Fábrica de Arte, Shangri La y Mío y Tuyo”.
Sus planes para el verano
—¿Qué harás estas vacaciones?
—Después de visitar Miami en julio, iremos a Cádiz, a El Palmar.
—Va a ser muy especial porque Camila ya puede disfrutar de la playa.
—Sí. Tenemos muchas ganas de disfrutar de la niña en el mar y ver cómo reacciona. Ella nació en abril del año pasado, pero, en ese verano, solo tenía unos mesecitos. Ahora va a poder conocerlo de verdad, así que tenemos muchas ganas.
—Para después de las vacaciones, ¿tienes algún proyecto en marcha?
—No. En estos momentos, estoy dedicada a ser madre.
—¿Cómo te encuentras de las secuelas del coronavirus?
—Tengo fallos, pérdidas de memoria, pero la resonancia salió bien. El neurólogo me ha dicho que son como microtrombos, pero le sucede a mucha gente y se recupera. Luego, lo del olfato y el gusto, sigo igual.
—¿No los has recuperado?
—Muy poco. Me ha cambiado completamente el gusto. Por ejemplo, la salsa de soja me sabe a colonia.
—¿Cuándo recuperarás el olfato y el gusto?
—Los médicos me han dicho que puede tardar hasta tres años.
Escapadas fuera de La Habana