La localidad cántabra de Comillas acogió, el pasado fin de semana, la boda de Inés Pérez-Pla y Alberto Pablos. La novia es una de las mejores amigas de Belén Corsini —a cuyo enlace con Carlos Fitz-James Stuart asistió, junto a su entonces prometido, el pasado 22 de mayo, en el palacio de Liria—, por lo que los condes de Osorno no podían faltar a esta cita.
Inés y Alberto contrajeron matrimonio en la iglesia de San Cristóbal, un templo de mediados del siglo XVII del Cristo del Amparo, patrón de los pescadores. La novia acaparó todas las miradas con un original diseño color crema de Inés Martín Alcalde, realizado a partir de un vestido antiguo de la familia, confeccionado en tela de lino bordada. La diseñadora lo transformó por completo con flores bordadas a mano en tres dimensiones, corte en la cintura, mangas abullonadas y escote cuadrado en la espalda. La novia completó su look con un tocado de pedrería que sujetaba su velo.
La influencer María Fernández-Rubíes, vestida también por Inés Martín Alcalde, con un colorido diseño de estampado floral; María Fernández Moreiras; la arquitecta Pilar García-Ferrer, más conocida como Pils Ferrer; la diseñadora de joyas Carmen Salafranca, y la empresaria gastronómica Blanca Barrera-Cuadra, madrina de Rosario, la hija de los duques de Huéscar, se encontraban entre los invitados. La cantante Sofía Ellar, con un vestido-abrigo azul celeste con mangas de capa, estrenaba soltería, ya que recientemente rompió su compromiso con el también cantante Álvaro Soler, tras cinco años de relación. Belén Corsini volvió a confiar su estilismo a su firma preferida para las grandes ocasiones, Matelier, que ya la vistió, precisamente, en el bautizo de la pequeña Rosario, en Sevilla, y en la reciente boda de sus amigos Marina Urdiales y Jaime Marín.
Belén Corsini, de nuevo una de las invitadas más elegantes, coincidió en la boda con Blanca Barrera-Cuadra, madrina de su sobrina Rosario
Tras la ceremonia, los recién casados y sus invitados se trasladaron al Real Club Estrada, de Comillas, un lugar de referencia para las grandes bodas y las cenas de verano de la localidad cántabra. Los amplios jardines con los que cuentan estas instalaciones fueron el escenario del cóctel, la comida y la fiesta posterior, que se prolongó hasta la madrugada. Uno de los momentos más divertidos llegó cuando los novios y varios de sus amigos se animaron a cantar, junto al grupo que puso música a la celebración, el tema No puedo vivir sin ti, de Los Ronaldos.