No hubo discursos, ni abrazos, ni conversación fraternal, ni intercambio de miradas cómplices. Tampoco hubo muchas sonrisas. Durante una breve hora, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry aparcaron sus diferencias para rendir homenaje a su madre, la princesa Diana de Gales, que el pasado jueves habría cumplido sesenta años. El duque de Cambridge y el duque de Sussex se reencontraron en los Jardines Hundidos del palacio de Kensington, uno de los rincones preferidos de Lady Di, para inaugurar un monumento a ‘la princesa de corazones’.
La escultura, obra del artista Ian Rank-Broadley, está inspirada en el “período final de la vida de Diana, cuando ganó confianza en su papel como embajadora de causas humanitarias”. La imagen de la princesa abrazando a unos niños descalzos recuerda ligeramente a una que ella misma utilizó para su tarjeta navideña de 1993, la primera que emitió sin el príncipe Carlos, en la que llevaba camisa, falda pincel y cinturón ancho.
“Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”, dijeron los hermanos
La inauguración del monumento coincide con un momento delicado en la relación de Guillermo y Harry debido a las polémicas entrevistas que el duque de Sussex y su mujer, Meghan Markle, han dado en Estados Unidos criticando a la Corona. Los hermanos llevan ya dieciocho meses en los que apenas hablan.
El reencuentro fue íntimo. Solo estuvieron arropados por su familia materna, los Spencer. Los tres hermanos de Lady Di, Charles Spencer, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, los acompañaron. Unos días antes, Guillermo y Harry habrían intercambiado mensajes a propósito de la victoria de Inglaterra sobre Alemania en la Eurocopa.
“La escultura refleja los años de Diana como embajadora de causas humanitarias”
Al concluir el acto, los hermanos emitieron una declaración conjunta para enfatizar su breve momento de unidad. “Todos los días deseamos que ella todavía estuviera con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”, declararon.