Carlos Fitz-James y Belén Corsini, condes de Osorno, ya se encuentran en España tras disfrutar de su luna de miel en África. Una de las primeras cosas que la pareja ha hecho tras su regreso ha sido visitar a su círculo más cercano. Tras acudir hace unos días al enlace de sus buenos amigos Marina Urdiales y Jaime Marín en la madrileña finca ‘Las Tenadas’, el matrimonio, que se casó el pasado 22 de mayo en el palacio de Liria de Madrid, ha disfrutado de una comida familiar.
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En la marisquería El Pescador, ubicada en una de las zonas más nobles de la capital, los aristócratas se reencontraron con la madre de Carlos, Matilde Solís, y sus dos hermanos, Fernando Fitz-James, duque de Huéscar, quien acudió acompañado de su esposa, Sofía Palazuelo, y Francisco de Borja, fruto del segundo matrimonio de Matilde con el empresario Borja Moreno Santamaría. La pareja ha regresado a sus labores profesionales y, en la actualidad, residen en el palacio de Liria, mientras ultiman las obras de su residencia, ubicada en las inmediaciones. Se trata de un ático que linda con el de los duques de Huéscar, con los que mantienen una relación muy cercana. Este verano, será posible verlos de nuevo juntos en Sotogrande (Cádiz), un lugar que sirve de punto de reunión para toda la familia.