El pasado 20 de junio, coincidiendo con la celebración del Día del Padre en muchos países de Latinoamérica, Carlos Baute reconocía públicamente a su hijo José Daniel Arellán, tras más de una década enfrentados en los tribunales. El acercamiento comenzó a producirse antes del confinamiento, tal y como reconocía el artista venezolano, de cuarenta y siete años: “La relación con él ahora es espectacular, es adorable. Estamos felices”, decía.
Tras dar a conocer la buena noticia, Carlos pasa ahora unos días de descanso, en Formentera, junto a su mujer, Astrid Klisans , con quien ha celebrado diez años de matrimonio, y los tres hijos de la pareja: Markuss, que cumple cinco años el 22 de julio; Liene, de tres y medio, y Álisse, que soplará las velas de sus dos añitos el 29 de este mes también.