Tamara Falcó ha decidido no descansar este verano, pese a tener un curso frenético y lleno de éxitos en el plano profesional. Después de obtener el título Certificat de Cuisine Intermédiaire de la escuela Le Cordon Bleu, se ha propuesto continuar sus estudios de cocina a lo largo de estos meses de calor, según ha podido saber ¡HOLA! Aun así, la marquesa de Griñón se ha organizado para disfrutar junto a Íñigo Onieva. De esta forma, ambos han compartido un romántico fin de semana en Ibiza.
Allí, Tamara ha desconectado junto a su novio, que también ha estado inmerso, estos últimos días, en el arranque de temporada de uno de los restaurantes de la isla que gestiona su empresa. Aunque no han estado solos, puesto que han compartido esta estancia en la costa balear con un grupo de amigos. Entre ellos se encontraba Luisa Bergel, hija del empresario Jaime Bergel —inversor en firmas de moda como Scalpers o Victoria, la marca de Vicky Martín Berrocal— e íntima de la pareja. Como recordarán nuestros lectores, la hermana mayor de esta, Teresa Bergel, se casó, el pasado 26 de junio , en una ceremonia celebrada en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe (Cáceres), a la que acudieron la marquesa de Griñón y su novio en calidad de invitados.
A bordo de un lujoso yate
Para arrancar a lo grande su verano en Ibiza, la pandilla de Tamara ha elegido todo un planazo: han alquilado un fabuloso yate, de más de veintitrés metros de eslora y con capacidad para hasta doce personas. La hija de Isabel Preysler y sus amigos han surcado las aguas mediterráneas y han llegado a las costas de Formentera. Y es que la embarcación les ha proporcionado todo tipo de comodidades, al estar dotada de un televisor, aparato de música de alta fidelidad y conexión WIFI, además de contar con una embarcación auxiliar, equipos para practicar esquí acuático, wake board y snorkel.
La pareja ha compartido momentos a solas, llenos de cariño y complicidad, durante su paseo en alta mar
Durante estos paseos marítimos, la aristócrata ha querido aprovechar el buen clima para broncearse, aunque no ha dejado de divertirse en ningún momento con sus amigos, quienes han terminado bailando en la popa del yate. Por supuesto, la marquesa de Griñón ha tenido ocasión para estar a solas con su pareja durante sus paseos marítimos. De hecho, a lo largo de todo el fin de semana, ha compartido momentos llenos de complicidad y cariño, como los que la pareja ha vivido durante una romántica puesta de sol. Además, ha disfrutado del humor de Íñigo: “Es una persona maravillosa, me hace sentir bien y me aporta muchísima alegría y cariño”, explicó la hija de Isabel Preysler a ¡HOLA! las pasadas Navidades.
En las imágenes que acompañan estas líneas, ha quedado demostrado que Tamara y su novio se encuentran cada vez más enamorados, y eso que les han perseguido rumores de crisis durante semanas. Lo cierto es que ambos, que celebrarán su primer aniversario el próximo septiembre —empezaron a salir después de conocerse en el cumpleaños de una amiga en común—, han logrado consolidar su noviazgo a pesar del escepticismo de incluso alguna parte de su entorno. Así nos lo contaba la aristócrata hace unas semanas: “Al principio, ya hubo amigas que me dijeron: ‘Tamara, este va a salir pitando a la velocidad de la luz —dijo entre risas y con su singular espontaneidad—. Pero, por ahora, Íñigo lo ha llevado muy bien. Para una persona anónima, verse de repente con esa presión mediática no es fácil”.
“Íñigo es una persona maravillosa, me hace sentir bien y me aporta muchísima alegría y cariño”, confesaba Tamara en ¡HOLA!, hace unos meses
A lo largo de estos meses, la pareja solo ha tenido en cuenta la opinión de sus más allegados, quienes siempre han mostrado su beneplácito. Ya en otoño del año pasado se presentaron a sus respectivas familias. “Me parece un chico encantador y, como Tamara está feliz, yo también lo estoy”, confesaba Isabel Preysler sobre el novio de su hija a ¡HOLA, a finales de 2020. Incluso Chábeli pudo conocer a Íñigo durante la visita relámpago que hizo a Madrid la pasada primavera, después de años sin regresar a España.
Igualmente, la marquesa de Griñón también ha encajado a la perfección en la familia de su chico, hasta el punto de que ella y la madre de Íñigo, Carolina Molas, han compartido día de compras a solas. “Es que es una gozada. Su familia es maravillosa. La mía también”, nos manifestaba Tamara, muy pizpireta. Sin embargo, entonces, nos confesaba que todavía es demasiado pronto para hablar de boda: “¡Que estamos saliendo desde septiembre! Nos estamos conociendo aún”, nos afirmaba la aristócrata antes de aclarar: “Estoy supercontenta, la verdad”.
Viento a babor, con grandes retos profesionales
La felicidad que ha alcanzado la marquesa de Griñón en el plano personal ha coincidido con un excelente momento en el plano profesional y no solo por los estudios de cocina que ha estado realizando desde principios de año. Como sabrán nuestros lectores, ha compaginado estas clases en Le Cordon Bleu con grandes proyectos en la televisión, en la publicidad y en el mundo de la moda. A lo largo de este último curso, Tamara se ha convertido en uno de los rostros más queridos de la pequeña pantalla gracias a sus apariciones en El hormiguero, además de por sus trabajos en El desafío, donde ha ejercido de miembro del jurado, en Antena 3, y Cocina al punto con Peña y Tamara, en TVE. Además, la hija de Isabel Preysler ha sacado tiempo para lanzar una nueva colección de su firma de moda, que acaba de ver la luz y que ha sido muy aplaudida. Por su parte, Íñigo se ha incorporado esta primavera como director al equipo de Mabel Hospitality. Es la empresa de Abel Matutes, Jr., y Rafael Nadal que se encarga de desarrollar la expansión de sus negocios hosteleros. Un ejemplo de ellos son los restaurantes Tatel. El novio de Tamara supervisa el buen funcionamiento de esta cadena de establecimientos, que está a punto de abrir local en Los Ángeles. Por eso, esta escapada romántica que la pareja ha compartido, estos días, en Ibiza les ha servido para prepararse para los grandes retos laborales que les depara el futuro.