La familia de Joaquín Cortés ha pasado unos días difíciles, preocupada por la salud del segundo hijo del bailaor con la psicóloga Mónica Moreno. El pequeño Adrián, que nació el pasado 18 de febrero, tuvo que ser ingresado a mediados de junio, después de llevar varios días presentando complicaciones al respirar. Ya en el hospital infantil Niño Jesús, de Madrid, los médicos pudieron detectar que el bebé padecía una bronquiolitis por culpa de un virus respiratorio sincitial (VRS). “Es más peligroso en bebés que la COVID… Más agresivo aún”, explicó Joaquín cuando el pequeño Adrián empezaba a responder al tratamiento. “Ahora mismo, está respirando gracias a uno de esos aparatos que tanto faltaron durante la pandemia y que provocó que tanta gente se fuera. Es increíble”, añadió el bailaor, muy emocionado.
Afortunadamente, el pequeño Adrián fue experimentando una evolución favorable hasta que el pasado fin de semana recibió el alta médica. Por su puesto, la noticia fue celebrada por Joaquín y por su pareja, Mónica. “Al fin, después de nueve días, salió por fin de su ingreso hospitalario. ¡Y volvemos a estar juntitos los cuatro!”, expresó la psicóloga, quien también dio las gracias al equipo del hospital. “No nos ha podido tratar ni cuidar mejor. El bebé acabó haciéndose amigo de todo el que entraba. Acabó estando feliz”.
“Nuestro ‘budita’ ha dado positivo en un virus que se llama VRS. Es más peligroso en bebés que la COVID… Más agresivo aún”, dijo el bailaor sobre su hijo pequeño, quien necesitó respiración asistida
Horas después, Joaquín y Mónica pudieron disfrutar de un paseo por el centro de la capital junto al pequeño y su otro hijo, Romeo, que nació en octubre de 2018. Allí, el bailaor demostró que está hecho todo un padrazo.