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Amelia Bono y Manuel Martos se separan, después de trece años de matrimonio y cuatro hijos en común

Según ha podido saber ¡HOLA!, la hija de José Bono y el hijo de Raphael llevan distanciados desde hace tiempo, aunque se trata de una ruptura amistosa y sin que existan terceras personas

Actualizado 15 de julio de 2021 - 16:50 CEST15 jul 2021 - 16:50 CEST

Amelia Bono y Manuel Martos han sido siempre una pareja ideal y, junto a sus cuatro hijos, formaban la familia perfecta: eran la viva imagen de la felicidad. De ahí que la noticia de su inesperada separación haya causado una gran sorpresa e impacto. Según ha podido saber ¡HOLA!, han decidido poner fin a sus trece años de matrimonio (el pasado domingo 27 de junio fue su aniversario) de forma amistosa y sin que existan terceras personas.

3336 9 julio 2008-Collage-U45805781764Cyq — Amelia y Manuel contrajeron matrimonio el 27 de junio de 2008, en Toledo (arriba y abajo, en la portada de ¡HOLA!). Abajo, a la derecha, la pareja junto a los padres de ella, Ana Rodríguez y José Bono, el pasado octubre, en la Primera Comunión de su segundo hijo, Manuel.

La felicidad de sus hijos

Al parecer, la hija del exministro José Bono y el hijo de Raphael llevan distanciados desde hace tiempo, aunque siguen viviendo bajo el mismo techo y así piensan continuar. Seguirán siendo una familia, porque se adoran, porque entre ellos existe mucho cariño y porque el suyo ha sido un gran amor. Pero, fundamentalmente, porque para ellos lo más importante en este mundo es la felicidad y el bienestar de sus cuatro hijos: Jorge, que acaba de cumplir doce años; Manuel, de diez; Gonzalo, de seis, y Jaime, de cuatro.

La última vez que se les vio juntos en público fue en el concierto que Raphael ofreció el pasado diciembre, en el Wizink Center, de Madrid, para conmemorar sus sesenta años de carrera artística. Unas semanas antes, a primeros de octubre, habían celebrado la Primera Comunión de su segundo hijo, Manuel, a cuya ceremonia solo pudieron acudir, debido a las restricciones de la pandemia, los padres de Amelia, José Bono y Ana Rodríguez Mosquera, separados también desde hace una década. Raphael y Natalia Figueroa, los abuelos paternos, se unieron a la posterior celebración.

No seguirán siendo pareja, pero seguirán siendo familia porque entre ellos existe mucho cariño y porque lo más importante es la felicidad de sus hijos

La pareja de moda

En los últimos tiempos, Amelia y Manuel se habían convertido en la pareja de moda. No solo estaban triunfando en sus respectivas carreras, como empresaria y como productor musical, también en las redes sociales, donde se dedicaban constantes mensajes de cariño y mostraban su complicidad e imágenes de su adorable vida familiar. A finales del año pasado, la hija mayor del ex presidente del Congreso compartió con sus seguidores unas fotografías de su marido para recordar el día que se conocieron: “Catorce años desde el día que conocí al hombre de mi vida, catorce años siendo la mujer más feliz del mundo. Te quiero”, escribió en el mensaje que acompañaba a las imágenes. Manuel, por su parte, contestó: “Te adoro”. Ella mostró el ramo de rosas que su marido le había regalado con motivo de ese particular aniversario. Pero, en esta ocasión, Martos también le dedicó a su mujer unas bonitas palabras en su cuenta de Instagram: “Hace catorce años la vi bajando las escaleras del Chesterfield Café de Madrid. Se paró el mundo, el tiempo... y vi toda mi vida por delante junto a ella. Qué suerte la mía... porque, catorce años después, sigo dando gracias todos los días. Y sé que así será todos los días de mi vida. ¡¡¡Te quiero con locura!!!”.

79183733_703195453421460_8448576121136695398_n-Collage-U68853301446pYi — Arriba, derecha, Amelia con sus hermanos, Jose, Sofía y Ana Bono. A la izquierda, al poco tiempo de convertirse en madre por cuarta vez, de su hijo Jaime, al que sostiene en brazos. Abajo, a la izquierda, una imagen del matrimonio con sus cuatro chicos. Al lado, Manuel junto a su padre y sus hermanos, Alejandra y Jacobo.

Nada hacía presagiar que una relación tan romántica y estable tuviera este inesperado final. Aunque, si su decisión de separarse es temporal o definitiva, el tiempo lo dirá.