El verano ha llegado al armario de Sofía Palazuelo. La duquesa de Huéscar optó por el look más fresco de los que ha lucido hasta la fecha para acudir, el pasado 15 de junio, junto a su marido, Fernando Fitz-James Stuart, al concierto benéfico Acordes con solidaridad contra la desigualdad y la pobreza, organizado por Ayuda en Acción, en el Teatro Real de la capital.
El recital, dirigido por Pablo Heras-Casado, exmarido de Anne Igartiburu, consistió en la interpretación de El amor brujo, de Manuel de Falla, por parte de la Orquesta Sinfónica de Madrid y la cantaora Marina Heredia.
Sofía, de blanco de pies a cabeza, eligió para la ocasión un conjunto de guipur con dibujos de hojas grandes, de clara inspiración ibicenca, creado por Jan Taminiau, su diseñador de cabecera y el de otras relevantes damas de la escena social y empresarial española. Sofía completó su llamativo atuendo de transparencias con una cartera de mano a juego del mismo tejido. A la salida del recital, Fernando contestó a las preguntas de los periodistas sobre el estado de salud de su tío Cayetano Martínez de Irujo, quien, recientemente, tuvo que ser hospitalizado de urgencia por una obstrucción intestinal. “Ha estado muy desanimado, pero ya está mucho mejor”, contó el duque de Huéscar a la salida del Teatro Real.